En un comentario a una entrada reciente, una persona me pedía que dedicase una entrada a la administración de la publicidad en mi página. Dado que es un tema que he ido comentando en diversas entradas pero sobre el que hace mucho tiempo que no doy detalles, y que además, lógicamente, evoluciona con el tiempo, he pensado que podía posiblemente aportar algo compartir la experiencia.
Esta página tiene publicidad. No la tiene siempre, es perfectamente posible que entres en ella y no encuentres ningún anuncio, sencillamente debido al criterio que utilizo para tomar decisiones de si acepto o no una campaña. Para la publicidad utilizo los servicios de SocialMedia. Mi actividad con ellos se planteó en julio de 2007, y es una empresa con la que me entiendo a las mil maravillas: ninguna campaña sale sin que yo previamente haya visto su creatividad, y aceptado sus condiciones personalmente. En SocialMedia ofrecen mi página a las agencias y anunciantes cuando creen que el primer requisito que impongo para ello se cumple: que haya un encaje razonable entre el perfil de mis lectores y el del producto o servicio anunciado. Si no, ni siquiera lo ofrecen. Si es el anunciante o la agencia quienes demandan mi página, SocialMedia simplemente les explica “que soy muy especial con esas cosas” y que muy posiblemente, de no existir ese encaje, no acepte la campaña. Si unimos eso a mis requisitos de formato, la cosa ya se va poniendo más complicada: solo acepto anuncios que de manera estricta “no se salgan de su espacio”: ni intersticiales, ni desplegables, ni sonido o vídeo preactivado. Acepto animaciones porque su uso se ha impuesto claramente en la web, pero pido expresamente que exista la posibilidad de detenerlas si molestan al lector mediante el menú contextual correspondiente.
Además, soy caro. En unos tiempos en que muchos soportes aceptan CPMs bajísimos, cercanos o incluso inferiores al euro por cada mil impresiones, yo solo acepto habitualmente campañas que estén por encima de los seis euros. Es lo que hay, y lo que puedes hacer cuando no dependes de eso para vivir. La atención que esta página genera no me pertenece, solo me la prestan bajo ciertas condiciones, y por menos de eso, no me molesto en poner anuncios, prefiero que mis lectores puedan disfrutar del contenido sin mensajes adyacentes. El resultado es que, en ocasiones, puede pasar algún tiempo sin que tenga campañas en la página, lo que lleva a algunos lectores ocasionales a pensar que la página no tiene publicidad. Pero por lo general, y siendo consciente de la estacionalidad de este mercado, suelo tener entre quince y veinticinco campañas al año, algunas recurrentes, otras ocasionales. Hay campañas puntuales que dejan trescientos euros y las hay que dejan dos o tres mil, pero en total, me dejan un beneficio más que razonable para lo que espero. Y lo que es más importante, me permite mantener un contacto habitual con el mundo de la publicidad, algo que necesito para mi actividad académica, y consigo hacer sin molestar demasiado. Las escasas quejas que ha habido por algún anuncio que en su momento haya podido tener una animación algo más “estridente” de lo habitual han entendido perfectamente el tema cuando les he explicado que la podían detener con dos clics. Por lo demás, ni un ruido, y sí, en cambio, un clickthrough habitualmente superior al que se suele considerar como media.
Además de eso, tengo algún banner más de apoyo a iniciativas del tercer sector en las que participo, como ésta con “Save the Children”, en ocasiones utilizo algo de espacio para anunciar mi libro, y algún patrocinador fijo, como es el caso de El Corte Inglés y Banesto en la página de la edición social de “Todo va a cambiar”. Típicamente, estos banners suelen aparecer en la página individual de la entrada.
Hace algunos meses, una empresa, Mediafed, me contactó para probar la publicidad en mi feed RSS. Hablamos, y tras comprobar que podíamos entendernos, empezamos a probar el pasado marzo. Las cifras tenían sentido: el feed RSS es desde hace mucho tiempo la vía principal de acceso a mis contenidos, con casi sesenta mil suscriptores que mantienen una actividad diaria media de unos diez mil accesos (la página como tal recibe aproximadamente otro tanto, y las suscripciones mediante correo electrónico verificadas representan unas cinco mil más), de manera que parecía razonable intentar extraerle alguna rentabilidad. El precio es que no puedo aprobar personalmente todas las campañas, aunque me garantizan un cierto cuidado en la elección de los anunciantes, un cierto nivel de encaje, y sobre todo, me permiten vetar determinados formatos que podrían ser más rentables, pero que no deseo utilizar. En la publicidad del feed no admito intersticiales, y no admito vídeo preactivado (en realidad, no existe el formato de vídeo preactivado en ese canal, pero puede simularse mediante GIFs animados rápidos, que tampoco quiero aceptar). El resultado es que podéis ver publicidad en la parte inferior de mi feed, pero pueden pasar a veces varias entradas sin que aparezca si las campañas que Mediafed está moviendo en ese momento no cumplen mis requisitos. En total, me viene a generar un complemento que estimo razonable, algo por debajo de la mitad de un salario mínimo.
Sinceramente, no tengo planes presentes de llevar la situación mucho más allá. Esta página sigue siendo un blog personal, los ingresos directos nunca fueron su razón de ser, y no tengo especial ambición en ese sentido. No mantengo una página en la que escribo todos los días desde hace casi diez años para dedicarme a trufarla con anuncios molestos, lo hago por otras razones. A algunos anunciantes que entienden la publicidad como algo que no debe ser molesto, que puede informar y acompañar pero no molestar, parece que les gusta y les compensa ser compañeros de viaje de mis contenidos. A los que no, sencilla y respetuosamente, pueden irse a otro sitio. Si a los que estáis al otro lado de la pantalla os vale, a mí también.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.