22 octubre 2012

Spotbros: sobre David, Goliath y las estrategias (moderadamente) provocativas

Como comenté en esta entrada anterior, estoy trabajando con mis amigos de Spotbros en el lanzamiento de su mensajería instantánea segura y social, intentando convertirla en la alternativa a una WhatsApp que es líder de mercado hasta el punto de haberse convertido en genérico conversacional (“te mando un guasap” o incluso “te guasapeo“).

La realidad es la que es: WhatsApp tiene una masa crítica de muchos millones de usuarios, pero es un verdadero desastre en lo que a seguridad se refiere. Pero enfrentarse a un líder de mercado en función de un criterio que, paradójicamente, parece poco apreciado por una base de usuarios, resulta como mínimo complejo. El usuario medio de WhatsApp llega a él por la enorme simplicidad de su proceso de registro y construcción de red, y aparentemente, no tiene ningún tipo de problema en seguir utilizando una herramienta en la que cualquiera puede hacerse pasar por él,  cambiar su status, enviarle mensajes no deseados o interceptar sus conversaciones.

Spotbros es, en ese sentido, definitivamente “otra cosa”. Es lo que tiene plantear tu oferta cuando un líder ya está ahí: que puedes enfocarte en aquello que el líder no hace bien, e intentar en la medida de tus posibilidades, solucionarlo. Mensajes cifrados con AES de 256 bits, seguridad a la hora de construir tu red,  una gama de prestaciones adicionales, como los mensajes geolocalizados (shouts) o la composición de mensajes maquetados con elementos como fotografías, mapas, etc. en forma de una “micropágina web” que puede ser compartida con su URL propia en cualquier red social (SBMail). Unos términos de uso inequívocos que dan todo el poder al usuario, y todo muy abierto, muy claro, sin ningún secreto. Es un producto objetivamente mejor, y que creemos no incrementa su planteamiento en cuanto a complejidad. Pero teniendo esto bastante claro en nuestros análisis… la tarea de atacar la posición de un líder com WhatsApp desde una pequeña startup española sigue resultando un enorme desafío.

Tras el lanzamiento de la versión Android en beta a mediados de febrero, Spotbros obtuvo lo que podríamos calificar como “un moderado éxito”: unas cuarenta mil descargas, treinta mil registros, muy buenas críticas en blogs y prensa, y un uso razonable teniendo en cuenta que una de las necesidades fundamentales en una aplicación de mensajería instantánea es satisfacer el llamado “efecto red”; que tengas disponibles en ella a la amplia mayoría de los contactos que desees añadir. En aquel momento, podías añadir a todo aquel que utilizase un terminal Android, la plataforma que crece de manera más clara y agresiva, pero la cuestión se detenía ahí. Nuestros usuarios se mostraban muy satisfechos con el uso de Spotbros, pero el crecimiento se limitaba por una cuestión de plataforma. El lanzamiento de una versión iPhone parecía claramente prioritario. BlackBerry, de no ser por su situación de claro declive y por las dificultades de desarrollo para su plataforma, habría sido también una opción posible, pero en una startup es absolutamente necesario priorizar los recursos, y la cosa no daba para todo.

Así, la versión iPhone estuvo lista en Agosto, y fue aceptada por Apple más de un mes después, el 21 de septiembre. El trabajo con la tienda de aplicaciones de Apple es una de las principales experiencias de aprendizaje en este sentido, y que conviene que cualquier startup tenga muy en cuenta: en el mes que tardó la primera aprobación, el equipo de Spotbros había hecho muchas mejoras, así que terminaron por subir la versión 1.1 antes de que la 1.0 fuese publicada. La 1.2, una actualización fundamental en la que se hacen eco de peticiones de usuarios que solicitan poder desactivar la ubicación desde los ajustes de la app, lleva enviada diez días, y aún sin noticias. Incluso si eres una lean startup y haces mucho caso a lo que tus usuarios te piden, los tiempos de espera de Apple pueden llegar a perjudicar mucho tu imagen en este sentido.

Y llegamos al lanzamiento del 4 de octubre: la idea era hacer algo provocativo, que por un lado llevase a que se hablase de Spotbros, y por otro, además, demostrase la debilidad de WhatsApp. La primera vez que me propusieron la posibilidad de usar a la propia WhatsApp para enviar invitaciones de Spotbros, la idea me pareció brutal: me resultaba difícil entender que la seguridad de WhatsApp fuese tan, tan rematadamente mala como para que algo así fuese posible. Es más: me pareció que algo así podía representar, a largo plazo, el final de WhatsApp. Imaginarme a cientos de spammers enviando mensajes no deseados a toda su agenda de contactos era algo que, decididamente, daba miedo. Pero en efecto, era posible, y era un poco como que David utilizase los recursos (o los problemas) de Goliath para conseguir un arma en la batalla.

Así que lo desarrollamos, y nos aseguramos de poner una pantalla que alertase claramente (MUY claramente) al usuario de que, si quería (y únicamente si quería), enviaríamos mensajes vía WhatsApp a su agenda animándolos a probar Spotbros. La opción fue utilizada por un escaso 18% de usuarios, lo que demuestra claramente que no se trataba de “engañar” a nadie, pero generó una actividad brutal. Aún así, algunos usuarios se quejaron de la práctica: las quejas se limitaron a usuarios españoles (habría que plantearse por qué razón los usuarios españoles son menos tolerantes con una startup española que los internacionales en este sentido) y fueron únicamente unos ochenta usuarios, pero aún así el equipo de Spotbros se pasó la noche en vela para corregir el tema y hacer que en esa pantalla se ofreciese la posibilidad de seleccionar a qué usuarios de WhatsApp expresamente se quería enviar la invitación.

¿A partir de ahí? A una semana y poco del lanzamiento, más de doscientos mil usuarios registrados y un ritmo de más de diez mil nuevas altas al día. Reseñas en multitud de blogs y prensa española, aunque los internacionales están tardando algo más en llegar. Y sobre todo, un uso bastante entusiasta en muchos colectivos, con comentarios por lo general muy positivos. La “operación WhatsApp” ha dado sus frutos: se hace clic en un enlace de un mensaje enviado a través de WhatsApp una media de 10.800 veces al día, y eso son personas que acaban en la página correspondiente de Google Play o en la App Store y que, en la mayoría de los casos, se instalan la aplicación. E incluso aunque no todo el mundo haga clic en el enlace o no se la instale, sí se enteran de la existencia de Spotbros, con el impacto de “awareness” que ello conlleva.

¿Éxito? Ni mucho menos. El éxito precisa de números mucho mayores, de niveles de sustitución de WhatsApp progresivos y sostenidos, y de una mayor visibilidad y expansión internacional. Pero por el momento, no está nada mal. Y supone, por otro lado, una constatación curiosa: que utilizar una estrategia tan agresiva como la de apalancarte en tu competidor para difundir tu producto puede ser algo que tiene sentido si lo haces con el debido respeto al usuario y si, además, lo usas como una cierta alerta: “ojo, con Spotbros este tipo de cosas no son ni remotamente posibles, plantéate la seguridad de la herramienta que estás utilizando en tus comunicaciones”. Con el tiempo, creemos que esta estrategia podrá tomar una gran importancia cuando nos dirijamos a entornos corporativos, en los que usar WhatsApp es una total y absoluta irresponsabilidad, pero que pueden estar interesados en una herramienta potente de mensajería instantánea.

A más usuarios, más feedback, más oportunidades de mejora progresiva de la herramienta y más masa crítica. Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero la cosa va progresando. Y en ese sentido, toda la ayuda que podáis para difundir la idea de una startup española, que cuida de sus usuarios y que propone una comunicación más completa y más segura será muy, muy apreciada ;-)

Seguiremos informando.



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.