Hacía tiempo que no hablaba de Spotbros, la aplicación de mensajería instantánea en cuyo desarrollo estoy colaborando como asesor, y si algo distingue a las startups tecnológicas es que en ellas suelen pasar muchas cosas dignas de ser analizadas y contadas.
Ayer se empezó a comunicar el desarrollo de la primera app desarrollada para un cliente corporativo: la EMT, Empresa Municipal de Transportes de Madrid, contactó con Spotbros hace tiempo con el fin de plantear el desarrollo de una aplicación que permitiese, aprovechando la geolocalización y las posibilidades de la herramienta, enviar un mensaje y recibir de manera instantánea información sobre el estado de la línea y el tiempo que falta para la llegada de un autobús determinado. La idea es, además, poder utilizar ese sistema de información al viajero como un elemento de comunicación bidireccional con los clientes, que pueda diferenciar los mensajes que son procesados automaticamente de aquellos que son transferidos a un operador, en lo que supone todo un paso adelante en la idea de servicio al cliente en tiempo real.
La noticia apareció en algunos medios, pero lo verdaderamente importante es la idea que subyace tras ella: Spotbros es la única herramienta de mensajería instantánea con una API abierta que permite construir sobre ella, y una app no es más que algo que se instala, que te aparece como un contacto más, y que te permite acceder a determinadas funciones. La mayoría de las apps que aparecen por el momento en Spotbtros están creadas por el propio equipo de desarrolladores de la compañía, y se dedican fundamentalmente a tirar de recursos existentes para tareas como obtener la programación de televisión, las rutas en el metro de Madrid, o las farmacias de guardia cercanas. Otras automatizan tareas que el usuario podría hacer por su cuenta, pero que añaden conveniencia: enviar un mensaje con el título de una canción a la app DowntiBot provoca, si estás en un iPhone, que empieces a escuchar dicha canción en streaming, y si estás en Android, que se descargue directamente a tu terminal.
La cuestión relevante es hasta qué punto una aplicación de mensajería instantánea debe incluir ese tipo de tareas, o bien optar por el minimalismo más radical y centrarse exclusivamente en el intercambio de mensajes. Desde su creación, la filosofía de Spotbros fue dotar a la mensajería instantánea de una entidad más ambiciosa: la aplicación es, en realidad, una red social con capacidades avanzadas, que permite interactuar si se desea con personas cercanas para lanzar una pregunta o una alerta de cualquier tipo (shout), crear grupos (el de fotografía, por ejemplo, está animadísimo y constituye una auténtica comunidad en sí mismo), o incluso optar por componer un mensaje más sofisticado con imágenes, mapas o vídeos además de texto y convertirse en un auténtico generador de micropáginas web que pueden ser compartidas en otras redes.
El hecho de que el mercado provenga de WhatsApp, una aplicación completamente minimalista que se centra en hacer una sola cosa y hacerla muy fácil, ha llevado a que muchos afirmen que optar por añadir funciones va a generar una complicación al usuario, y que la base de la pirámide optará por aplicaciones sencillas para llevar a cabo una tarea sencilla. Sin embargo, la visión de muchos analistas es que la mensajería instantánea está desplazando en su uso a las redes sociales como Facebook: no se trata de que abandonen completamente Facebook, la red sigue jugando un cierto papel de “repositorio”, pero mucha de la comunicación habitual escapa de ese entorno y se va a otras apps en las que la información intercambiada no es preservada de manera en principio indefinida, ni tiene las complejas connotaciones de cara a la privacidad que posee la red social. Si esta tendencia es correcta, tener una aplicación de mensajería instantánea con capacidad de convertirse en una plataforma con API abierta, flexible y potente puede tener su valor. Hemos visto personas (obviamente con perfil sofisticado) creando apps para utilizar ellos mismos (se puede definir qué usuarios tienen acceso a la app) para, por ejemplo, comunicarse con la domótica de su casa y gestionar elementos como las persianas o las luces. Y por supuesto, la idea de pensar en Spotbros como un canal de interacción con los clientes, perfectamente conectable a un sistema automatizado de gestión de peticiones, a un canal de atención al cliente o incluso a un canal comercial, algo que está contemplado en el modelo de negocio de la compañía.
La idea, como vemos, es que la mensajería instantánea puede ir bastante más allá sin perder simplicidad en su prestación básica (una app no es más que un contacto en tu lista al que te diriges enviando un mensaje normal). Y todo ello en un entorno de cambios vertiginosos, en donde de una posición completamente hegemónica de un WhatsApp sometido a desastres de gestión como sus problemas con el pago pasamos a otro en el que un competidor como Line entra con campañas en televisión y es descargada por diez millones de usuarios. El entorno, sin duda, es complejo, y competir desde una startup española, una apuesta indudablemente arriesgada. Pero ahí estamos… nadie dijo que fuese a ser fácil! :-)
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.