Cuando comenzó a hablarse de Google TV, a mucha gente le pareció una buena idea. Recuerdo utilizar en clase el vídeo de presentación y ver como mis alumnos entendían el concepto rápidamente y les resultaba atractivo, para inmediatamente plantearse su problema fundamental: el dilema del go-to-market.
Y efectivamente, el go-to-market se convirtió en un problema: en la industria de la televisión en los Estados Unidos, las compañías proporcionan el set-top box a sus clientes de manera gratuita o por una cantidad pequeña que se cobra mensualmente con el recibo, lo que disminuye el incentivo para el cliente final de adquirir un set-top box. Y en todo el mundo existen sistemas parecidos, que además se combinan con una enorme variabilidad, en un escenario de notable complejidad competitiva. Desde mayo de 2010, poco hemos oído acerca de Google TV que no fueran problemas: mala acogida del mercado a pesar de los drásticos recortes de precio, denuncias a la FCC, pérdidas millonarias en los socios que lanzaron productos asociados a la iniciativa… a pesar de lo indudablemente revolucionario de la idea, Google TV empezaba a verse ya prácticamente clasificado dentro de la amplia categoría de fracasos de la compañía.
De repente, Google adquiere Motorola Mobility, que agrupa todos los productos de consumo de la compañía (mientras Motorola Solutions, independizada el pasado enero, posee todos los productos dirigidos a mercados corporativos. Y por tanto, con Motorola viene no solo un fabricante de terminales y una amplia cartera de patentes para ayudar en la guerra de la telefonía móvil, sino también uno de los principales fabricantes de set-top boxes, DVRs, cable-modems y otras piezas de hardware utilizadas por las compañías de televisión. Una empresa que posee, además, patentes en el área de DVR y buenas relaciones tanto con las compañías de televisión como con las operadoras.
Podríamos incluso llegar a un escenario en el que fuesen estas compañías las que pasasen a ofrecer un set-top box con funcionalidad de Google TV, o a integrarla en los existentes: la idea de una television en la que se combinen todos nuestros canales de contenido, desde la web hasta YouTube o la televisión convencional, y con posibilidad de búsqueda y almacenamiento parecen acercarse de nuevo, en una jugada que los observadores de los fenómenos de convergencia de dispositivos y contenidos tendrán que analizar con mucho detenimiento. Tras la operación, Google parece la compañía mejor posicionada para lograrlo.
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Ni puta idea de lo q dice. Hasta los comentarios del articulo de wired lo ponen bastante claro. Debe estar posteando en la playa y no se centra.
ResponderEliminarYo tampoco entiendo mucho de esto y no me entero, me parece adivinar que a Dans le mola que Google se haga con muchas patentes. Este era no hace tanto el gran evangelista del software libre...
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