La real-time web es uno de los panoramas más interesantes que pueden seguirse hoy en día. Hace exactamente un mes, los servicios de búsqueda en tiempo real de Google desaparecieron de sus páginas de resultados, y la página google.com/realtime en la que se mostraban por separado pasó a redirigir a la página principal del buscador.
La explicación era clara: el día 2 de julio había terminado el plazo del acuerdo que, anunciado el 21 de octubre de 2009, permitía a Google hacer uso de los datos publicados por Twitter para alimentar su búsqueda en tiempo real. El movimiento de Google en aquel momento respondía al que ese mismo día había anunciado con Microsoft, convirtiendo a Twitter en aquel momento en una empresa rentable gracias a los pagos que ambas empresas empezaron a hacer.
Para mí, el titular del momento fue “Llega la real-time web“, porque me parecía que el movimiento ya no tenía vuelta atrás, y que los buscadores empezaban así a cubrir algo que los usuarios demandaban, pero que la sacrosanta métrica de los enlaces entrantes no podía cubrir, debido a su lentitud. En efecto: usar los enlaces entrantes para medir relevancia fue la revelación que hizo que Larry y Sergey dejasen su doctorado a medias para fundar Google y que en gran parte convirtió a la compañía en lo que es hoy, pero ese mecanismo no daba respuesta a la pregunta de “qué está pasando ahora“, sencillamente porque los enlaces tardan un tiempo en construirse. Para ofrecer resultados en tiempo real, en 2009, no había prácticamente nada más que Twitter, y era a su puerta a la que había que llamar – o como mucho, una Facebook que ya anunciado su firma en exclusiva con Microsoft que permitía a Bing introducir el criterio de los Likes de la red social, pero que parece dedicarse mucho más a circular información personal que a comentar lo que pasa en el mundo.
Con el lanzamiento de Google Buzz, mi interpretación fue clara: Twitter no tenía que preocuparse porque Buzz fuese a “hacerle la competencia” como herramienta para que los usuarios respondiesen a esa pregunta de "What's happening?", "¿Qué está pasando?". Como mucho, tenía que preocuparse de qué hacer cuando esos ingresos anuales procedentes de Google desapareciesen porque Google ya no necesitase pagar para tener acceso a esa información. Y así fue: Google dejó de renovar su acuerdo y sus pagos a Twitter, y ahora anuncia que basará su búsqueda en tiempo real en una combinación de Google Buzz y Google +1, recogidas e integradas convenientemente, como no, en Google+. Lo que revela claramente la estrategia que en su momento comentamos: una Google, reconstruyendo el entorno social que ve convertirse en relevante ahí fuera (streams de Twitter, Likes de Facebook) dentro de su propia red. Ese Buzz que muchos despreciaban era, en realidad, un “colector” de actividad social: ha bastando potenciarlo con una red social que todavía alcanza únicamente a veinticinco millones de usuarios, para inyectarle relevancia y terminar de dotarlo de sentido. Añádele el sistema de los +1 y su progresiva adopción en cada vez más páginas web, y detalles de uso más restringido pero sumamente interesante, como los compartidos de Google Reader, y tienes un ecosistema de real-time web que posiblemente tenga muy poco que envidiar, si es que tiene algo, al que surgió mediante herramientas como Facebook o Twitter.
Google gana mucho dinero, mientras Bing es una fuente enorme de pérdidas. Pero Microsoft no puede dejar caer Bing porque supone la clave de su estrategia como competidor en la red, aunque ésta sea, en su conjunto, una máquina de perder dinero. Las apuestas están claras: dos estrategias marcadamente diferentes, con un mismo fin. Entre los dos motores de búsqueda relevantes en el mercado internacional (descontando competidores localmente importantes, como Baidu, Yandex, Naver, Daum y algún otro), que son ya únicamente Bing y Google, el primero apuesta para la real-time search por la incorporación de los resultados de herramientas de terceros como Facebook y Twitter, mientras que el segundo lo fía al desarrollo de sus propias herramientas. Toda una sesión de estrategia. Y por supuesto, en tiempo real.
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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.
Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.