La aplicación para Android “Boycott SOPA“, de descarga gratuita y que permite escanear códigos de barras de productos para comprobar si pertenecen a compañías que apoyan la Stop Online Piracy Act (SOPA), fue ayer protagonista de numerosos comentarios (me quedo con este de Extreme Tech, “Boycott SOPA: An Android app that terrifies publishers and politicians“, y con el de Nación Red en español, “Cómo saber si una empresa presta su apoyo a la #SOPA o no: ‘Boycott SOPA’“).
La aplicación sirve para hacerse una idea de las posibilidades que tiene la combinación de tecnología sencilla y adopción por la sociedad civil: dos estudiantes recopilan la lista de empresas que apoyaron explícitamente la ley, incluyen en ella a sus inversores principales, y lanzan una aplicación que permite a cualquiera ejercer esa tendencia imparable denominada “consumo responsable”: ten cuidado con lo que haces con tu dinero, porque podrías estar pagando los abogados a las compañías que se dedican a recortar tus libertades. La lanzan en el Android Market, donde no tiene que pasar procesos de supervisión considerados arbitrarios como los existentes en el caso de Apple. La aplicación permite ejercer un boicot selectivo en un caso como este en el que hablamos de numerosos productos a lo largo de múltiples categorías, y la posibilidad de su popularización entre el 60% de la población norteamericana que posee smartphone preocupa seriamente a las empresas implicadas.
La idea resuena poderosamente con los principios del movimiento 99%: es posible que una minoría maneje los resortes que acaban dando lugar a las leyes, pero nosotros somos muchos más, y no solo votamos absurdamente en una urna en virtud de un proceso claramente viciado: podemos también votar con nuestros bolsillos. Y además de poder, debemos hacerlo: que la tecnología nos dé lo que la corrupción de los mecanismos de la democracia nos está quitando.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.