Pocos años han sido tan movidos en la reciente historia del mercado smartphone como el año 2011. Vamos con algunos enlaces y comentarios para hacernos una idea de la situación y de la evolución esperada.
La última entrega de datos de comScore recoge datos hasta noviembre de 2011 del mercado norteamericano, y muestra un fuerte dominio de Android como sistema operativo merced a la estrategia abierta y de expansión multimarca de Google: 46.9% de participación de mercado con un crecimiento del 3.1% desde la encuesta de agosto, frente al 28.7% de iPhone con un crecimiento del 1.4%. Frente a esos ascensos, contrastan los descensos de RIM, 16.6% con una pérdida del 3.1%, y de Microsoft, 5.2% con bajada del 0.5%. Por fabricantes, Samsung (25.6%, 0.3%), LG (20.5%, -0.5%) y Motorola (13.7%, -0.3%) dominan el mercado seguidas de Apple (11.2%, 1.4%) y RIM (6.5%, -0.6%).
¿Qué elementos nos han traído hasta aquí? Indudablemente, como comentaba en el párrafo anterior, la estrategia abierta de Google con Android ha generado precisamente lo que la empresa buscaba: una expansión fortísima del mercado (a más navegación desde dispositivos móviles y más uso en general, más beneficios para Google) a costa de problemas como la heterogeneidad que el otro mercado importantísimo, el de los desarrolladores, parece ir aceptando a pesar de suponer un importante compromiso de esfuerzo y recursos de programación. La adquisición de Motorola Mobility por Google el pasado agosto, aún no completada, podría crear algunas incógnitas en torno al nivel de compromiso de la empresa con la apertura y la equidad del tratamiento frente a otros competidores, pero aún es pronto para hablar de esto.
Apple mantiene el control sobre el smartphone más vendido como modelo individual (40% de los terminales vendidos durante el tercer trimestre del año), una rentabilidad muy elevada al controlar la práctica totalidad de la cadena de valor, y sigue suponiendo un ecosistema enormemente dinámico para usuarios y desarrolladores. En la práctica, un mercado en el que Android y Apple gestionan un porcentaje de más del 75% con crecimientos positivos mientras el resto decrecen es prácticamente un duopolio, con todo lo que ello conlleva. A estas alturas, recordar las declaraciones de Steve Ballmer cuando Apple lanzó el iPhone o cuando Google anunció Android resulta ya simplemente ridículo.
Un competidor llaman la atención por su evolución: 2011 ha sido sin duda el año negro para RIM. Su evolución en bolsa es de las que dan miedo (más de un 80% de caída), producto de una estrategia incomprensible con un cambio radical pero no culminado de sistema operativo, notable dificultad e incompetencia para innovar y reaccionar, reposicionamientos caóticos que han confundido completamente al mercado (de terminal empresarial para directivos a parecer que los regalan a la puerta de los colegios), un tablet fallido y, por supuesto, el desastre que supuso una semana de octubre para olvidar, frente a un mercado que no perdona ese tipo de cosas. Mientras todos los analistas insisten en la necesidad de un cambio de dirección, la compañía se encuentra ante una coyuntura enormemente complicada: no solo es realmente difícil plantearse qué hacer con una empresa en tan caótica situación, sino que además, los posibles compradores escasean. Una imagen clara de lo que pasa en RIM la proporciona este artículo, adecuadamente titulado “Incompetency“.
El caso de Microsoft es también enormemente interesante: Nokia, pieza fundamental en su estrategia, no ha tenido decididamente su año, con una caída del 54% en su valor desde que Stephen Elop llegó a la dirección en febrero, que es del 88% desde lo que fue su valoración más elevada en el año 2007. El lanzamiento del Lumia, enormemente esperado, parece estar defraudando claramente a los analistas y no soportar la prueba del uso: la introducción de determinadas funciones dentro del sistema operativo no funciona demasiado bien cuando uno quiere contar con el dinamismo de un mercado de aplicaciones que, además, no crece como se esperaba. Desarrollar para una plataforma más que además aún no ha demostrado un crecimiento fuerte en el parque instalado parece suponer un compromiso demasiado fuerte de esfuerzo y recursos para muchos desarrolladores. El sistema operativo que Ballmer predijo que llegaría a un 40% del mercado en 2012 lo tiene un poco complicado desde su actual posición de menos del 2% en su última versión. Un caso claro de haber llegado al mercado demasiado tarde. Cero animadversión en todo esto: probé el nuevo Windows Phone y lo encontré infinitamente mejor que sus versiones anteriores, decididamente un enorme avance frente a los tiempos en los que Microsoft creía erróneamente que un sistema operativo para un teléfono debía funcionar igual que uno para un ordenador de sobremesa, pero sin duda, aunque mi impresión fuese positiva, no llegó a la altura de sustituir otros variados terminales que sí sigo utilizando.
¿Expectativas para el 2012? Pueden pasar muchas cosas y nadie tiene la bola de cristal, pero no tenemos muchos indicadores que nos hagan creer que la fuerza que Nokia tenía antes de su brutal cambio de estrategia con las operadoras vaya a jugar un papel de alguna manera fundamental en el mercado, mientras BlackBerry continúa su irremediable caída y, a su vez, Apple y Android continúan subiendo. Todo ello a la espera de un crecimiento fulgurante en el nivel de uso de internet móvil, con la esperada popularización del móvil como herramienta de pago mediante tecnologías como NFC, y un desarrollo cada vez más pujante de aplicaciones. Un mercado para no perdérselo.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.