21 enero 2012

Dudas y respuestas sobre el cierre del imperio Mega, en El Mundo

Pablo Romero, de El Mundo, me envió algunas preguntas por correo electrónico sobre el cierre de Megaupload ayer, y hoy las ha publicado bajo el título “Dudas y respuestas sobre el cierre del ‘imperio Mega’“.

A continuación, como hago habitualmente, el texto completo del intercambio de preguntas y respuestas:

 

P. Los detenidos, ¿héroes o villanos?

R. Si se les juzgase por su aspecto y por lo que dicen de ellos la acusación, obviamente villanos. Pero gracias al cielo, antes de decidir si son héroes o villanos tiene que dárseles oportunidad de defenderse de dichas acusaciones, y abogados no les van a faltar. Los detenidos son personas que han logrado crear un sistema de almacén y compartición de archivos que mucha gente utilizaba para guardar materiales de todo tipo, desde vídeos personales hasta presentaciones, pasando por colecciones de fotografías o cualquier cosa que quieras compartir sin hacer frente a un coste de hosting. Además, obviamente, había personas que lo utilizaban para guardar archivos con derechos de autor, de acuerdo. ¿Y? ¿Justifica esto que el FBI entre como en las películas y cierre el servicio para todos los usuarios del mundo, norteamericanos o no? ¿Que tienen, la llave de la justicia universal? ¿Vamos a cerrar a partir de ahora cualquier servicio que algunos usuarios utilicen de una manera que no nos gusta? ¿Cerraremos Google porque hay usuarios que lo usan para buscar canciones, películas o pornografía infantil? ¿Cerraremos Dropbox porque hay personas que comparten películas? ¿Por qué no cerrar los bancos, creo que hay clientes que los usan para blanquear dinero…?

Si efectivamente hicieron algo ilegal, me parece perfecto que caiga sobre ellos el peso de la ley. Pero creo que es necesaria una reflexión sobre lo que estamos haciendo con una ley que, al estar en función de algo que todos podemos hacer con un clic de nuestro ratón y que la industria se niega a darnos, se ha quedado marcada y claramente obsoleta.

P. Si ganaban tanto dinero con este entramado, ¿por qué la industria de contenidos no está en este negocio?

R. Es la gran pregunta. ¿Por qué razón la industria del entretenimiento no propone o facilita la creación de plataformas que tengan un catálogo completo, unas condiciones razonables, una usabilidad adecuada y un precio disuasorio que de verdad responda a los costes implicados? Si eso estuviese disponible, las páginas de descargas se acabarían ellas solas, porque en realidad nadie ve bien que éstas se enriquezcan con los derechos de terceros sin retribuir a los creadores. El problema es que los derechos de autor hace mucho ya que no retribuyen al autor. Aquí nadie quiere proteger la cultura ni al creador, que esta sujeto a la explotación de los mismos sinvergüenzas que con la otra mano estrangulan el mercado. A quien se protege es a un intermediario mafioso que compra políticos, corrompe voluntades y pretende proteger un modelo completamente insostenible.

P. ¿Sirve este cierre para ‘acabar con la piratería’?

R. Si alguien de verdad lo piensa, que se lo haga mirar, porque o es torpe, o es tonto, o ambas cosas a la vez. Ayer vi a un directivo de una discográfica española en Twitter diciendo que se iba a tomar una cerveza para celebrar la operación. Supongo que se habría tomado ya unas cuantas, porque si no, si de verdad piensa que su negocio va a ir mejor y va a vender más porque Megaupload no funcione, es que tiene un serio problema. ¿Dónde estaba cuando se cerró Napster en el 2000? ¿Qué pasó desde entonces? Sin Megaupload, hay todavía cientos de métodos para intercambiar archivos, y cada vez que se cierra uno, aparecen quince más. La represión solo convierte a la industria del entretenimiento en blanco de la ira de los usuarios, que odian a unos impresentables maleducados que cuando les das dinero, lo cogen con una mano, te insultan, y con la otra se lo dan al abogado que te va a perseguir. Con represión y persecución no se consigue vender más, eso solo se consigue con alternativas de mercado. Y a estas alturas, la inmensa mayoría del mercado de la industria del entretenimiento desea fervientemente que se hundan en la más honda de las miserias y que surjan alternativas con otra mentalidad.

P. Si se ha comprobado que se puede ordenar el cierre total de servicios de ‘hosting’ (aunque sea de forma preventiva), que es donde están los materiales protegidos de firma ilícita, ¿para qué sirve entonces la llamada ‘Ley Sinde’?

R. Para absolutamente nada. La legislación vigente antes de la ley Sinde protegía perfectamente al creador, porque podía reclamar unas medidas cautelares y se ejecutaban en un tiempo muy rápido si estaban justificadas. Con la ley Sinde lo único que se hace es retirar a los jueces del proceso de decisión – porque a la industria del entretenimiento “no les gustaba” lo que decían y consideraba que “estaban equivocados” – y permitir que sea el propio gobierno el que decide qué páginas se cierran y cuáles no, generando un sistema de censura que, además, no cuesta nada a quien denuncia y deja completamente indefenso al denunciado. La ley Sinde sirve para instaurar una legislación especial a la medida de la industria del entretenimiento y para crear inseguridad jurídica en internet, amenazando su futuro. Y condicionar el futuro de internet a los sueños húmedos de control de la industria del entretenimiento es una barbaridad que solo puede entenderse en gobernantes o bien irresponsables, o bien corruptos.

P. ¿Y para qué sirve la SOPA?

R. Para convertir a los Estados Unidos en el superpolicía universal. Un país en el que un candidato a la presidencia se dedica a evadir impuestos en paraísos fiscales resulta que quiere asentar los estándares morales del resto del mundo. Con SOPA, el largo brazo de los Estados Unidos puede no solo denunciar a una empresa que sea perfectamente legal en su país – caso Rojadirecta, por ejemplo – sino que, además, puede arrebatarle sus dominios, cortar el acceso de los ciudadanos norteamericanos a su página, y sancionar a las empresas que se publiciten en ella. Todo en función de una denuncia de la industria del entretenimiento que no tiene ni siquiera que estar fundamentada, porque no tiene que estar sancionada por un juez. Es directamente demencial, genera una indefensión jurídica absoluta, coarta la innovación y el desarrollo de internet, y así lo entiende incluso la Casa Blanca.

P. Hay quien dice que este cierre puede poner en peligro la computación en ‘nube’, dado que se cierra un servicio sin discriminar qué archivos son lícitos y cuáles ilícitos. ¿Qué opinas?

R. Este cierre pone en peligro muchas cosas. Genera una inseguridad increíble saber que servicios que estás usando para fines completamente lícitos y en los que estás poniendo archivos que son importantes para ti y para tu actividad pueden ser cerrados porque una empresa de entretenimiento opina que le perjudican, ya no porque la empresa sea infractora, sino porque otros usuarios lo son. No se trata de defender a Megaupload, esto ya lo harán sus abogados. Se trata de entender que hemos abierto un precedente completamente inaceptable, y que además se ha hecho convirtiendo al FBI en el brazo armado de la industria del entretenimiento.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.