Buen artículo en Techcrunch, “Don't tell Mediafed that RSS is dead“, que contrapone la escasa atención que Google parece prestar a su herramienta de gestión de feeds RSS, Feedburner, con el negocio que suponen para compañías como Mediafed, que gestiona inserciones publicitarias en los feeds de muchas publicaciones y promedia más de tres mil millones de visualizaciones al mes.
En la ilustración podéis ver las estadísticas de mi feed RSS: casi sesenta mil suscriptores de los cuales en torno a los diez mil interactúan activamente (visualizan o hacen clic) con el contenido. La estadística es sumamente estable desde hace mucho tiempo, tanto en el moderado crecimiento de la cifra total como en el sostenimiento del porcentaje de actividad, y supone la mayor aportación de lectores a mi página, unida a un número aproximadamente similar de visitas directas a la web y los algo más de cinco mil suscriptores vía correo electrónico.
Quien me diga a mí que los lectores y los feeds RSS están muertos, se encontrará con que tengo cifras para demostrarle que no es así: por un lado, cifras de actividad. Por otro, cifras de negocio: Mediafed gestiona la publicidad en mi feed RSS desde el pasado mes de marzo y salvo algún problema muy puntual de formato (Mediafed utiliza en algunas de sus campañas un formato de GIF animado muy rápidamente que yo, por su similitud con el vídeo preactivado, prefiero evitar por considerarlo intrusivo) al que han dado solución con gran velocidad, el resultado es muy razonable dada la modestia de mis números comparada con la de la mayoría de sus clientes.
Techcrunch afirma que Google, tras suspender su servicio AdSense for feeds a finales del pasado septiembre y privar de ese esquema de monetización a muchos creadores de contenidos, podría estar preparándose para eliminar también en alguna de sus limpiezas esa FeedBurner que adquirió en 2007 por cien millones de dólares. Si efectivamente termina por hacerlo, habrá que buscarse otra herramienta para la gestión y las estadísticas de los feeds – la propia Mediafed ofrece las suyas a sus clientes, y sin duda hay otras en el mercado – pero desde mi punto de vista, sería un grave error.
Los feeds RSS sigue siendo, para mí, una de las mejores tecnologías inventadas en la gestión de contenidos. Ninguna otra herramienta me ofrece tantas posibilidades para gestionar mi información: Google Reader es con mucho la pantalla ante la cual paso más tiempo durante el día. Leo todo en Reader, marco en Reader con estrellitas lo que me ha interesado, hago constantemente búsquedas delimitadas en Reader para encontrar la referencia a algo que me suena haber leído, me llevo a Reader noticias a las que he llegado desde fuera de Reader para poder tenerlas localizadas ahí, e intento que mis alumnos se organicen Reader como herramienta de entrada de información, sobre todo porque veo claramente en las estadísticas que eso mejora su integración e interacción dentro del ecosistema social que es una clase. Para mí, el aprovechamiento de una herramienta como Google Reader (u otro lector de feeds, pero la cuota de mercado de Google aquí es sumamente elevada) marca la diferencia entre las personas que “simplemente leen” y las que saben de verdad exprimir la información de su entorno. Obviamente, no me considero en ese sentido un “usuario medio”, pero sí creo que muchas de las prácticas que utilizo en mi gestión de la información pueden ser muy útiles para el directivo medio. Otras herramientas para localizar contenidos relevantes, como Zite o la misma Twitter, pueden ser interesantes para acceder a información, pero carecen de alternativas a la hora de gestionarla. Y para mí, la información es mucho más que algo que “simplemente pasa y se olvida”, es necesariamente algo a lo que tengo que poder volver para consultas posteriores. Leo lo suficiente como para ser completamente incapaz de recordar, en la mayoría de las ocasiones, en qué fuente estaba lo que leí. Y para eso, un lector RSS bien afinado resulta una herramienta fundamental.
Haz la prueba: aunque ya hayas probado anteriormente a utilizar un lector RSS y solo leas de manera sistemática un puñado de páginas al día, abre cuenta en Reader, suscríbete a ellas, y empieza a monitorizarlas a través de esa pestaña. Trata de convertir Reader en el centro de tu entrada de información, en la manera de sistematizar la lectura. Lo primero que apreciarás será un incremento drástico en la eficiencia de tu consumo de información: nunca fue tan sencillo leer titulares, lo que los angloparlantes llaman “skiming“. Si además empiezas a marcar con estrella las que te han resultado interesantes o las que crees que puedes necesitar más adelante, verás que la función de búsqueda en Reader es extremadamente eficaz, porque permite restringir la búsqueda solo a noticias que has leído, o solo a aquellas que has marcado con estrella. A poco social que seas, encontrarás seguramente muy útil la función de reenvío por correo electrónico incluida en Reader, que te permite enviar una noticia a alguien con o sin un comentario adicional sin salir de esa pestaña. En mi caso, hace ya unos meses que opté por compartir las noticias de tecnología que encuentro interesantes en mi lectura diaria mediante un tablón de Pinterest que tiene ya unos mil quinientos seguidores y que está también disponible en la columna de la derecha de mi página, pero eso ya es para bonus points :-)
Hace ya mucho tiempo que se dijo que los blogs habían muerto, cuando lo que realmente había muerto era la concepción de blog como herramienta que reduce barreras de entrada a la publicación y que era utilizada por quienes antes no publicaban información. La realidad es que el blog como herramienta, como gestor de contenidos, es el presente y el futuro de la presencia web de muchas empresas. Del mismo modo, el RSS y el lector de feeds son las herramientas con las que cada vez más personas aprenden a gestionar el caos que supone un ecosistema de hiperabundancia de información. Y creo sinceramente que, haga lo que haga Google con Feedburner, nos queda mucho RSS por quemar y por devorar.
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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.
Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.