Llevo un cierto tiempo fijándome en la evolución de las estadísticas de las páginas a las que tengo acceso con respecto al llamado “efecto fin de semana”: tradicionalmente, el fin de semana representaba, para muchas páginas, una caída importante de la actividad. Pero recientemente, he empezado a notar una disminución fuerte de la importancia de ese efecto, hasta el punto de encontrarme una estabilidad muy superior. O incluso, en algunos casos, un efecto contrario.
En el caso de los periódicos, por ejemplo, el efecto del fin de semana era una de las variables que estudié de manera bastante detallada durante varios años. En los años 2000 y 2001 publiqué un par de estudios en Journal of Media Management y en el Journal of Brand Management basados en el estudio de series temporales y titulados respectivamente “Internet newspapers: are some more equal than others?“ e “Internet marketing the news: leveraging brand equity from marketplace to marketspace“ en los cuales estudiaba el tema: la cosa era tan sencilla como introducir una variable dummy (cero para día de semana, uno para sábados o domingos) y cuantificar su efecto en la serie. El efecto oscilaba entre un 40% y un 46%, una caída muy importante en la actividad que resultaba además completamente opuesta al comportamiento de la misma variable en las versiones de papel. Por supuesto, si abandonábamos las páginas de información general y nos adentrábamos en otras actividades, aparecían numerosas excepciones a estas reglas generales: páginas cuya actividad se desarrolla predominantemente el fin de semana, como las de apuestas deportivas y muchas otras, podían tener comportamientos completamente diferentes.
En cualquier caso, tener datos de aquella época nos permite observar el efecto fin de semana con un buen nivel de perspectiva. Actualmente, mis observaciones indican que el efecto del fin de semana sobre la actividad de las páginas web, de una manera general, se ha moderado muchísimo. En muchos casos sigue existiendo, pero a falta de un análisis cuantitativo riguroso, lo estimo entre un 10% y un 20%. En casos como el de mi página, no necesariamente representativos pero que sí son los que obviamente monitorizo con más atención, el efecto del fin de semana prácticamente ha desaparecido, y no resulta raro incluso ver sábados o domingos con más actividad que un día de semana medio.
La evolución del efecto fin de semana tiene que ver con factores sociodemográficos interesantes. Hace no tantos años, el uso del ordenador estaba para muchos asociado al lugar de trabajo, y por tanto, a la semana laboral que mayoritariamente tenía lugar de lunes a viernes. A medida que el parque de ordenadores domésticos y las conexiones han ido incrementándose, también lo ha hecho la actividad de muchas páginas web durante el fin de semana, en una evolución que enmarca la sociología de la popularización del uso de la red. El paso de un parque de ordenadores mayoritariamente de sobremesa a uno en el que predominan cada vez más los portátiles, y la progresiva ubicuidad de dispositivos diferentes al ordenador como smartphones o tablets (en torno a un 25% como media en el caso de accesos a esta página) tienen también su evidente influencia.
Esto afecta a algunas de las reglas habituales de la producción de contenidos: en mi caso no demasiado porque prácticamente nunca escribo “a beneficio de inventario”, la inmensa mayoría de mis entradas son publicadas nada más terminar de escribirlas y sin ningún tipo de planificación en ese sentido. Pero para muchas publicaciones, la habitual reserva de determinados contenidos para los momentos de más tráfico al comienzo de la semana empieza a cuestionarse, particularmente si de dicha reserva puede derivarse una erosión del componente novedoso de dicho contenido.
El descenso cuantitativo del efecto fin de semana marca la evolución hacia una sociedad en conexión permanente, de personas que no “se conectan a internet”, sino que simplemente “viven conectados”, con la red como una vertiente permanente de su actividad que entremezcla constantemente aspectos profesionales, lúdicos, sociales y de todo tipo. Nada que no supiéramos, pero que siempre es interesante ver reflejado con datos. Y sin duda, una tendencia a tener muy en cuenta para muchas cosas.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.