05 julio 2013

Dinero y guardianes morales, en mi columna de Expansión

Dinero y guardianes morales - Expansión (pdf, haz clic para leer)Mi columna de Expansión de esta semana se titula “Dinero y guardianes morales” (pdf), y se refiere a los indicios que apuntan a que algunas compañías emisoras de tarjetas de crédito como Visa o MasterCard podrían estar bloqueando los pagos a empresas que ofrecen servicios de redes privadas virtuales (VPN), cifrado o anonimización, según informan diversas publicaciones.

El uso de las compañías de medios de pago para bloquear servicios completamente legales es algo que debe ser impedido por todos los medios: si eres un medio de pago, los juicios morales son cosa de tus clientes, no tuyos, y tu capacidad para tomar decisiones nobre si procesas o no un pago determinado, dentro de los límites previstos por la ley, debe ser inexistente. No hace tanto pudimos ver el torticero uso que la administración norteamericana hizo de empresa como PayPal y otras para ejecutar un bloqueo prácticamente total de las vías de financiación de WikiLeaks, un caso que WikiLeaks terminó ganando en los tribunales islandeses tras haber sufrido un importante deterioro en su capacidad para recaudar donaciones.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Dinero y guardianes morales

VISA y MasterCard, los medios de pago más extendidos del mundo, anunciaron esta semana que dejaban de aceptar pagos a proveedores de servicios de redes privadas virtuales (VPN), de anonimización o de cifrado. Las empresas que pretendan ofrecer tales servicios y los clientes que quieran obtenerlos deberán recurrir a formas de pago más incómodas, lo que podría redundar en pérdida de clientes, o incluso afectar a su viabilidad.

¿Qué lleva a estas empresas a atacar esos servicios? El miedo a la monitorización y la vigilancia de los movimientos de las personas en la red por gobiernos como el norteamericano ha llevado a cada vez más usuarios a pagar por el uso de una VPN: por entre cuarenta y sesenta euros al año obtienes una conexión cifrada y segura, que puede incluso permitirte escoger nodo y país. Una VPN, por ejemplo, es lo que utilizo cuando doy clase en universidades chinas: mis clases no pueden estar expuestas a que mis ejemplos sean bloqueados (y jamás, en muchos años, he tenido ningún problema por mostrar en una universidad china una página supuestamente prohibida). También uso una VPN para comprobar cómo se ve mi página desde otros países. O simplemente, para defender mi privacidad, un derecho fundamental.

¿Es lícito y razonable que un medio de pago se convierta en guardián moral de mi dinero, me impida pagar por un servicio completamente legal, y me obligue a estar expuesto a la monitorización de la Agencia Nacional de Seguridad del gobierno norteamericano? Puedo usar VISA o MasterCard para donar al Ku Klux Klan (solo si soy de pura raza blanca),  pagar servicios de prostitución infantil, pero no puedo pagar para proteger mi privacidad en la red.

Decididamente, la obsesión por el control ya ha rebasado todos los límites de lo aceptable.



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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