01 julio 2013

Jelly, explorando la naturaleza de la relevancia

JellyJelly es otra creación de la prolífica factoría de ideas originada en torno a Twitter, esta vez con Biz Stone como cofundador junto a Ben Finkel, que anteriormente estaba a cargo de la experiencia de usuario en la empresa del pajarito azul.

El pasado 1 de abril, Biz presentó Jelly en una intrigante entrada en la que decía más bien poco: que estaría centrada en la naturaleza positiva y colaborativa de las personas, que seguiría la actualmente ubicua tendencia de desarrollo mobile-first, que sería gratuita, y que no tenía ninguna prisa, por el momento, por convertirse en una gran compañía.

En el origen de Jelly y relacionada tanto por el nombre como por la presencia de Finkel aparece otra compañía, Fluther (un fluther es un grupo de jellyfishes, o medusas), dedicada al mundo de las preguntas y respuestas, un tema ya muy explorado (Yahoo! Answers, Quora, Mahalo, y toda una pléyade de empresas más) pero con una serie de connotaciones muy interesantes: una tendencia a indexar relativamente bien y a ofrecer contenido de cierta calidad a medida que se desarrollan determinados temas, y el hecho de girar en torno a un concepto absolutamente fundamental en la web pero que hace ya demasiado tiempo que no se toca en profundidad: la relevancia.

La relevancia, o capacidad de una información recuperada de un repositorio coincida con las necesidades del usuario, es el concepto sobre el que Google edifica su dominio de ya más de una década, y en ámbito en el que trabajan la inmensa mayoría de sus ingenieros. Google nació cuando a dos ingenieros se les ocurrió un algoritmo para calcular la relevancia que prometía ser mejor que lo que había: de utilizar parámetros basados en la página, tales como meta-descriptores, repetición de términos o distancias entre ellos, pasamos a plantear un algoritmo basado en el número de enlaces entrantes, en lo social, en las acciones del entorno que rodeaba a esa página. Sobre esa idea aparentemente tan simple se asienta el imperio de una de las compañías más valoradas del mundo, que permanece pacíficamente sentada en su trono porque todos sus competidores se dedican, sin más, a hacer lo mismo que ella, a contar enlaces entrantes acompañados por mejores o peores modificadores.

En torno a esta idea del algoritmo social como cálculo de la relevancia surgen muchas preguntas: ¿realmente debe ser lo social el principal componente de la relevancia? ¿No habrá mejores maneras de determinarla? ¿Es bueno vivir en una web gobernada por ese concepto social de la relevancia? En el mundo de lo social no todos los votos son iguales, pero lo que diferencia a un voto de otro no deja de ser un mecanismo autorreferente: un enlace entrante vale más cuantos más enlaces entrantes  tenga, a su vez, la página que lo origina. Y es en este sentido donde algunos han pretendido centrar sus esfuerzos: en la determinación de la relevancia en base a la cualificación, a la opinión de expertos, o a la curación de contenidos. El desarrollo de repositorios de información curados o compilados por los usuarios lo tenemos por ejemplo en las funciones sociales de Delicious, uno de los lugares a los que habitualmente y desde hace mucho tiempo me dirijo para hacer una búsqueda: buscar en Delicious es como buscar en una “versión curada” de la web, en la que toda la basura de contenidos repetidos, spam y otro tipo de plagas simplemente no aparece porque a nadie en su sano juicio se le ocurre guardarla en un repositorio. En cierto sentido lo vimos hace tiempo en una idea apuntada por Jimmy Wales en torno a las páginas de respuestas creadas por expertos, y seguramente – aunque es pronto para saberlo – subyace ahora de alguna manera en este incipiente desarrollo llamado Jelly.

Habrá que estar pendientes…



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.