Peter Sunde, uno de los creadores de The Pirate Bay y de sistemas de financiación colectiva como Flattr, lanza junto con Leif Högberg y Linus Olsson un nuevo proyecto, Heml.is, para ofrecer mensajería instantánea completamente cifrada y fácil de utilizar, al hilo del reciente escándalo Prism que prueba que todas nuestras conversaciones están siendo monitorizadas.
La herramienta, que utiliza un dominio de Islandia para construir la palabra hemlis, que significa “secreto” en sueco, se está financiando mediante crowdfunding, y será de pago con un modelo freemium (prestaciones básicas gratuitas unidas a un modelo de prestaciones avanzadas de pago), con el fin de salvaguardar su neutralidad y la defensa de los intereses de sus verdaderos clientes, sin publicidad ni monitorización de ningún tipo. La aplicación se centra en la usabilidad y el buen diseño, intentando contrarrestar la habitual asociación entre seguridad y complejidad para el usuario final: se trata de poder utilizar una mensajería instantánea con total normalidad (“Developing the most secure, fun and sexy messenger IN THE UNIVERSE!”, dicen en su blog), pero con la garantía de cifrado de extremo a extremo, de manera que ni siquiera los gestores de la aplicación podrían tener acceso a sus contenidos.
En muchos sentidos, el escándalo Prism ha espoleado la necesidad de construir herramientas que queden al margen de los “vigilantes”: no se trata de ocultarse, sino de defender el derecho fundamental de las personas a la privacidad y a no estar sujetos a una monitorización constante y abusiva. El desarrollo de Spotbros, empresa con la que tengo un cierto nivel de implicación, sigue este principio de cifrado sólido de extremo a extremo, pero aplicaciones de este tipo van a ser el “nuevo signo de los tiempos”: como bien anunció Julian Assange en su libro titulado “Cypherpunks” (que tuve el honor de prologar en su edición española), ante el auge de auténticos “imperios” dedicados al espionaje masivo sobre ciudadanos e instituciones de todo el mundo, la criptografía se está convirtiendo en el único arma capaz de preservar las libertades a nivel tanto individual como colectivo. Desarrollos como Mega, de Kim Dotcom, trabajan sobre las bases del cifrado, y redefinen cada vez más las necesidades de los usuarios. Pensar que “me da igual que me vigilen porque no hago nada malo” es directamente absurdo, porque el que hagas o no algo malo no lo vas a decidir tú ni lo que hagas, sino otros, con una marcada tendencia a la paranoia, en función de lo que les parezca que haces. Cada vez que usas WhatsApp o cualquier otra herramienta no cifrada para enviarte mensajes con tu familia y amigos estás arriesgándote ya no a que tus comunicaciones sean espiadas, sino a que alguien que no conoces pueda darle por pensar que esas conversaciones esconden supuestamente cosas que no esconden. No, no es lo que digas, sino lo que otros creen que podrías estar diciendo.
Al final, los excesos y la patente estupidez de los “vigilantes” habrán conseguido convertir el mundo en un lugar intrínsecamente más inseguro, en un amasijo de comunicaciones completamente cifradas que aquellos que de verdad pretendan hacer algo malo puedan utilizar con total tranquilidad. Hace ya unos cuantos años, en 2008, otro de los creadores de The Pirate Bay, Fredrik Neij, estuvo detrás de una idea que apuntaba a un cifrado total de toda la red mediante un protocolo transparente al usuario, y que ahora, tras las revelaciones de Edward Snowden, vuelven a demostrar que tenían todo su sentido. El futuro de la red es el cifrado total, y “gracias” al intento de la NSA de construir un distópico “gran hermano” para vigilarnos a todos, parece que va a llegar antes de lo que pensábamos.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
0 comentarios:
Publicar un comentario
ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.
Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.