Estuve en Valencia junto con un buen número de bloggers españoles e internacionales asistiendo a la carrera de Fórmula 1 invitado por la Consejería de Turismo dentro del denominado #blogtripF1, y aproveché para probar la aplicación oficial para iPad, F1™ 2010 Timing App – Championship Pass de Soft Pauer: me llamó muchísimo la atención la experiencia. Era la primera vez que asistía a una carrera de Fórmula 1, un deporte que sigo únicamente desde el ascenso de la popularidad de Fernando Alonso, en el que no me considero en absoluto entendido, y en el que tengo la impresión de que existe una desmesurada hiperinflación de normas que terminan por generar un entorno de casi total arbitrariedad, como de hecho ocurrió en la carrera de ayer. Pero ya que estábamos allí, pensé que era claramente el momento de gastarse los casi treinta euros que vale la aplicación y poder probar la experiencia.
En la sesión de entrenamiento, mi sensación general fue la de que un circuito de Fórmula 1 era un entorno sumamente pobre en información, y que la Fórmula 1 era en realidad un deporte que estaba hecho para desde el salón de casa, desde la comodidad del sofá: coches pasando con un ruido ensordecedor que obliga a llevar tapones (lo que dificulta lógicamente el intercambio de comentarios y casi cualquier tipo de interacción social fluida), e imposibilidad de saber lo que realmente estaba pasando. La experiencia mejoró gracias al fantástico Twitter de @Formula1TV, que nos permitía seguir más o menos los acontecimientos: aunque las pantallas gigantes estaban relativamente cerca, yo solo alcanzaba a ver los nombres de los pilotos con suma dificultad, y me faltaba la locución. El resumen de la primera jornada era claro: todo un espectáculo ver los coches pasando, el ambiente y todo eso… pero te enterabas mucho mejor de todo en el salón de casa. Acababas echando de menos la imagen y los comentarios de la televisión.
El segundo día, me fui al circuito con el iPad y la aplicación cargada. Una diferencia brutal. La aplicación ofrece en todo momento la posición de cada coche sobre una representación tridimensional del circuito con un desfase temporal mínimo, permite ver los tiempos por vuelta, los parciales por sectores, y todo tipo de información relevante a la que imagino que un verdadero aficionado sacará además mucho más partido del que yo le puedo extraer. En mi caso, me limité a seguir “puntitos en movimiento”, en unas ocasiones con la perspectiva de todo el circuito, en otras con la visión de detalle de un piloto en concreto para centrarme en batallas particulares, además de girar en ocasiones el iPad para poder ver la evolución de los tiempos parciales.
Me impresionó cómo un entorno pobre en información se volvía de repente un entorno rico en la misma, incluso con la posibilidad de resultar casi excesiva: aunque la Fórmula 1 es un deporte que puede seguirse en el circuito sin una atención permanente – en realidad, la impresión del no entendido es que solo ves algo cuando los coches pasan por delante del área que tienes delante – el intento de acceder a toda la información relevante hacía que, en ocasiones, llegase incluso a desconectar un poco del ambiente del circuito, aunque tal vez fue debido al fiasco de carrera que tuvimos ocasión de contemplar, de esas capaces de matar cualquier atisbo de afición. Pero la experiencia, desde el punto de vista de tecnología, fue impresionante: en una carrera de Fórmula 1 se producen ingentes cantidades de información, la televisión hace un trabajo razonablemente bueno transmitiendo una parte de ella, pero la presencia en el circuito te priva súbitamente de la gran mayoría. Solo falta que la aplicación se complemente con la imagen en directo desde diferentes puntos del circuito, algo que seguro se acabará uniendo para completar la oferta. De hecho, al salir de allí, tuvimos ocasión de seguir desde el autobús el Alemania-Inglaterra de fútbol con imágenes y comentarios en tiempo real gracias a la aplicación de Canal+ para iPhone, lo que terminó de redondear esa sensación cuasifuturista de conexión total… que curiosamente resulta que un árbitro de fútbol no puede tener cuando está sobre un campo, con todos los problemas que ello conlleva…
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.