Afortunadamente, cuando me compré el iPad tuve la precaución de pedir también el adaptador de VGA y de dejarlo en el maletín que llevo habitualmente: esta mañana, mi ordenador aparentemente feneció y me quedé compuesto y sin presentación unas pocas horas antes de empezar una charla en la Cámara de Comercio de Albacete.
Generalmente me acuerdo de dejar mis archivos en Dropbox, pero esta vez, por pura Ley de Murphy, se me pasó. Así que lo que se me ocurrió como solución inmediata no fue ni más ni menos que recuperar de Dropbox una presentación anterior, y hacer los cambios pretinentes sobre ella en el iPad para adaptarla al contenido de la que tenía que impartir en la Cámara. La experiencia, a pesar de lo forzado de la situación, fue bastante interesante, y pensé que podría aportar algo el hecho de compartirla.
Trabajar sobre el iPad para hacer una presentación en Keynote no es especialmente cómodo. Puede hacerse, pero si la presentación es mínimamente compleja, no lo recomiendo. En mi caso, mis presentaciones son sumamente simples, sin prácticamente texto y reducidas generalmente a una figura por diapositiva, pero aún así, el poder usar como base una anterior fue fundamental, empezar de cero habría significado un problema dado el escaso tiempo disponible. El Keynote en iPad tiene clarísimas limitaciones: el copiado y pegado de objetos desde la web a la presentación tiende a resultar en una estúpida e inútil URL pegada sobre la diapositiva, de manera que hay que localizar lo que se quiere pegar, guardarlo en el iPad, y recuperarlo después. No especialmente incómodo, pero es bueno saber que es así. Algunos objetos no funcionan, y las transiciones son algo menos diversas que en la versión completa: varias de las que utilizo habitualmente no estaban disponibles. Las que existen, sin embargo, se aplican con gran comodidad.
Llegado el momento de la exposición, el uso del conector VGA tiene su gracia: está limitado a mostrar vídeos, fotos (para la reproducción de pases de diapositivas), YouTube, Keynote y Safari (para vídeos en páginas web), de manera que al enchufarlo al proyector, simplemente, no se produce reacción alguna, no envía señal. La señal aparece únicamente al poner una de esas aplicaciones en modo de reproducción (simplemente entrar en Keynote y visualizar la presentación en modo edición tampoco produce ningún resultado).
Problema: dada la evidente ausencia de conectores de salida en el iPad, es preciso tener en cuenta que mientras se hace la presentación, el aparato no podrá estar cargando batería, lo que lleva a la necesidad de utilizarlo con el adecuado nivel de carga. Además, no es posible – o no he encontrado cómo – utilizar un mando a distancia o ratón inalámbrico (lo he intentado con el iPod Touch ejecutando el Keynote Remote, pero sin éxito… si alguien encuentra el cómo, por favor que lo comparta), por lo que si estás acostuumbrado a moverte mucho durante tus presentaciones, tendrás que limitar tus movimientos a la zona del atril para poder volver a cambiar de diapositiva con una cierta agilidad. Además, la pantalla del iPad permanece en negro mientras proyecta con un espartano diagrama en gris, sin que se pueda visualizar funciones de la pantalla del presentador como diapositiva siguiente, tiempo de presentación, reloj o notas, precisamente algunas de las características que más aprecio de Keynote.
¿Conclusiones? Prueba superada, aunque no es la ilusión de mi vida. El aparato es utilizable, aunque con evidentes limitaciones. Puede servir para disminuir la necesidad de ir cargado con el portátil, aunque en ese caso es recomendable que se trate de una presentación que se domine. en la que no se tenga una dependencia excesiva de la pantalla del presentador. Si pudiese conectarlo con un iPhone o iPod Touch para usarlos como mando a distancia y, sobre todo, si pudiese visualizar la pantalla del presentador, el resultado sería notablemente mejor. En estas condiciones, aprobado como sustituto de emergencia, pero poco más…
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.