Este artículo de Tiempo, destacado en portada, es un claro ejemplo del tratamiento informativo que no me gusta: tras insistir de todas las maneras posibles en que #nolesvotes era un movimiento completamente distribuido y sin líderes, que el papel de los que comenzamos la historia fue simplemente escribir un manifiesto y que, a partir de ahí, el protagonismo y el desarrollo correspondía a los cientos o miles de personas que habían contribuido ideas, textos, vídeos o diseños para materiales que van desde los folletos a las pegatinas pasando por los carteles o las octavillas, resulta que finalmente aparezco precisamente identificado con la palabra “líder” (cosa que no responde en absoluto a la realidad) y como supuesto “asesor” de PP y PSOE, partidos a los que únicamente di mi opinión de manera puntual como en su momento la di a muchos otros y conjuntamente con otras personas.
Una manera de pintar las cosas que responde a una concepción anticuada – tengo que atribuir un liderazgo porque estas cosas siempre lo tienen, y no voy a dejar que la realidad me estropee la noticia – e incapaz de comprender la naturaleza de los movimientos que estamos viviendo. Que se comente levemente mi resistencia a considerarme líder en el interior del reportaje no mejora la cosa, cuando decides poner una foto y la palabra “líderes” en tamaño cincuenta en la portada. Desconozco cómo se encontrarán de cómodas el resto de las personas destacadas en el reportaje, pero en mi caso, transmite una imagen totalmente distorsionada y alejada de la realidad.
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Anda ya, ladrón, si disfrutas como un chipirón, que ya nos conocemos todos. No vengas ahora con el típico "no soy digno", que no cuela, Mr. Ego. ;)
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