Progresivamente, empiezan a despejarse muchas de las incógnitas alrededor de Google+. A falta todavía de muchas piezas en el puzzle, muchas cosas empiezan a encajar. En primer lugar, la dimensión del proyecto: Google+ se revela como el mayor elemento en la estrategia de Google tras el sacrosanto buscador. Una plataforma integradora y compleja que va mucho más allá de la idea de “red social”, y que entronca con la gran paradoja de Google: haber sido capaz de apalancarse en un algoritmo social para construir su buscador, pero perder aparentemente el tren de la progresiva socialización de la web en su conjunto.
Por dimensiones – cien millones de usuarios previstos a finales de este año – y por nivel de la apuesta interna, con integración de todo el resto de productos de la compañía y vinculación de una parte sustancial del bonus de los empleados al éxito de la estrategia social, Google+ podría ser un fracaso como todo puede serlo en esta vida, pero parece muy difícil. En realidad, hablamos de la capa horizontal de conexión social sobre la que Google replantea prácticamente toda su cartera de productos, de la apuesta más fuerte de la compañía en toda su historia, y de un fin para el que está dispuesta a poner todos los medios disponibles.
Veamos una de las dos grandes incógnitas que quedaban se desveló durante esta semana: el planteamiento de Google+ como producto para empresas. El lanzamiento de las páginas deja bastante claro que la idea es poner toda la carne en el asador: si eres una empresa, la propuesta de valor de una presencia en Google+ va a resultar difícil de rechazar si ponemos en el otro lado de la ecuación cuestiones como el SEO, la presencia en el buscador o la accesibilidad para los usuarios. Por mucho que pueda haber opiniones inicialmente negativas o que falten prestaciones consideradas importantes como concursos, ofertas, cupones o promociones, la evolución prevista para la presencia de las marcas en Google+ vinculada al posicionamiento en la web parece una propuesta de la que pocos van a querer quedarse fuera, capaz de amenazar a competidores ampliamente consolidados. Añade analítica web y algunas piezas más, y la idea de Google+ como conector social, como columna vertebral que soporta las funciones sociales de la web empieza a sonar cada vez mejor.
La otra gran incógnita que falta por despejar es la gestión de la publicidad, un tema fundamental, pero del que aún no se ha mencionado prácticamente nada, y que sin duda planteará ideas potentes vinculadas a la segmentación. Que las redes sociales pudiesen proponer a los anunciantes segmentaciones sofisticadas basadas en variables sociodemográficas a modo de certero francotirador mientras Google se limitaba a basar su propuesta fundamentalmente en los términos de búsqueda empleados por los usuario era un marco que necesitaba claramente una revisión, y que seguramente puede poner en valor muchas otras piezas.
Empieza a parecer evidente que muchos han subestimado Google+. Los planes de la compañía van mucho más allá de simplemente competir con Facebook o construir un clon de lo que ésta hace: la idea, sin duda, es otra. Y está empezando a tomar progresivamente forma.
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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.
Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.