09 mayo 2014

La web como escaparate

La web como escaparate - Expansión (pdf, haz clic para ampliar)Mi columna en el diario Expansión de esta semana se titula “La web como escaparate” (pdf), y trata de hacer un paralelismo entre lo que sucede en el mercado de trabajo de puestos relacionados con la programación y el resto de áreas de desarrollo profesional.

En el mundo de la programación, el verdadero escaparate de lo que un profesional ha hecho está, cada día más, en la red. Para ver si un programador te interesa, te vas a ver su trabajo en repositorios de código abierto, su reputación en determinadas comunidades de desarrollo, su participación en proyectos… la web se ha convertido, en muchos sentidos, en el lugar en el que “expone” su trabajo, como lo hace un artista en una galería.

Este mismo tipo de dinámica, indiscutible en el mundo de la tecnología, empieza a afectar cada día más a otro tipo de profesionales. Que una persona gestione, por ejemplo, un repositorio de información tematizada, que comente de manera habitual determinadas cosas en una cuenta de Twitter, que organice o participe de manera destacada en un grupo en LinkedIn, etc. son cuestiones que afectan cada día más a la percepción que el mercado de trabajo puede tener de él. En muchos sentidos, la web se está convirtiendo en el escaparate de su trabajo y de su nivel de conocimientos, y actitudes absurdas como la de “si pasa tanto tiempo en la web seguro que no trabaja nada” se convierten en anacrónicas.

Del mismo modo, al intercambio de información en la web acompañan actitudes, expresiones y percepciones  - más o menos distorsionadas – sobre la persona. Percepciones que, en ocasiones, pueden igualmente convertirse en un elemento importante en un proceso de selección, en ese intento de reducción de la incertidumbre que una empresa intenta obtener cuando busca en la web información sobre un candidato. Justo o no, así es como funciona. Con todos los efectos que ello puede llegar a conllevar.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

La web como escaparate

Desde hace ya algunos años, el mercado de trabajo para puestos relacionados con la programación experimenta un extraño fenómeno: cuando aparece una oferta, los currículos siguen circulando rutinariamente, pero ya no son utilizados – salvo en empresas ancladas en el siglo pasado – en decisiones de contratación.

En su lugar, lo que verdaderamente abre puertas y determina el atractivo de un profesional son otras variables: participación en proyectos, en discusiones técnicas en determinados foros, en proyectos atractivos en repositorios de código abierto o en sitios freelance… el verdadero currículo, lo que realmente determina el valor real de un programador está escrito en la web, y puede ser consultado por cualquiera que sepa lo que busca.

¿Cómo enfocar, por tanto, una búsqueda de trabajo en ese ámbito? En ningún caso quedándose quieto y enviando currículos sin más, sino aprovechando el tiempo para enfocarse precisamente en esas actividades.

Este fenómeno, que parecía intrínsecamente vinculado a lo tecnológico, se ha trasladado ya, en gran medida, al resto de áreas. Lo relevante a la hora de contratar a muchos profesionales es lo que la red dice de ellos. Gestionar o participar en un grupo en LinkedIn, o tener una cuenta en una red social en la que comentar noticias de un ámbito concreto pueden ser elementos fundamentales a la hora de decidir un proceso de selección.

Cada día más, somos lo que la red muestra de nosotros, en lo positivo y en lo negativo. Si en la red te comportas como un idiota, procura usar cuentas que no te identifiquen, porque muchos creerán – y posiblemente con razón – que también lo eres en persona: alguien con quien no es recomendable trabajar.

¿Quieres trabajo? Trabájate la web. Se ha convertido en todo un escaparate.




(Enlace a la entrada original - Licencia)

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