25 mayo 2014

Sobre el control de Twitter, la libertad de expresión y la caza de brujas

La doble vara de medir en Twitter: ¿libertad de expresión o simple caza de brujas? - VozPopuliPatricia Morales, de VozPópuli, me llamó hace unos días para hablar sobre la obsesión que le ha entrado a la clase política por poner bajo control los comentarios en las redes sociales, por tratar de imponer un clima “políticamente correcto” al diálogo y al intercambio de opiniones en sitios como Twitter. Hoy lo ha publicado bajo el título “La doble vara de medir en Twitter: libertad de expresión o simple caza de brujas?“.

Mi opinión sigue siendo exactamente la misma: las leyes que regulan delitos como las injurias, las calumnias, las amenazas, los ataques al honor o la incitación a delitos ya existen, están perfectamente tipificadas, y hay amplia jurisprudencia en la que los jueces pueden basarse a la hora de emitir sus veredictos. Twitter y la red no son en absoluto diferentes a otros canales.

¿Hay insultos en Twitter? Por supuesto, pero también existen herramientas para bloquearlos y reportarlos. El que insulta, el que es incapaz de mantener una actitud civilizada en la conversación, se retrata a sí mismo, y al receptor del insulto le toca decidir si es suficiente con un simple bloqueo que aleje a esa molestia de su vista o si estima que ha sido objeto de una acción que merece la intervención de los jueces. Judicializar la conversación y convertir en delito cosas que en la vida normal o en la barra de un bar no lo serían es un error. Dejemos que Twitter y que las redes sociales vayan desarrollando sus protocolos de uso, que las personas vayan dándose cuenta que lo que se expresa públicamente en la red puede – si lo merece – tener sus consecuencias con arreglo a la legislación vigente, y dejemos de obsesionarnos con el control de la red y de imaginar mundos color de rosa donde la conversación es siempre cordial y sin sobresaltos.




(Enlace a la entrada original - Licencia)

0 comentarios:

Publicar un comentario

ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.