Un artículo con tintes de escepticismo en el Business Week, “What Does LinkedIn Really Get You?“, plantea una pregunta fundamental para las redes sociales profesionales del estilo de LinkedIn o Xing: hasta qué punto ayudan realmente a sus usuarios a la hora de conseguir un buen puesto de trabajo.
Según el punto de vista de la autora, este tipo de redes sociales pueden ser interesantes a la hora de reconectar con antiguos colegas o mantener el contexto en determinadas relaciones, pero en muy escasas ocasiones actúan como un catalizador para facilitar una mayor movilidad laboral. Llega incluso al punto de hablar de “variables negativas”: que cuantos más contactos tienes, más desesperado estás; o que empieza a ser más cool incluso no aparecer en ese tipo de redes.
Mi impresión es que hay que recubrir este tipo de temas con una capa de realismo, también conocido como “sentido común”: si alguien piensa que estar en LinkedIn o en Xing es una especie de piedra filosofal que va a permitirle aterrizar por arte de magia en el trabajo de sus sueños, seguramente será mejor que abandone el alcohol tempranero. Este tipo de redes pueden hacerte visible para quien busca un perfil de unas características determinadas, pero no hacen milagros. Si tu perfil no es interesante, la red no hace que lo sea. Pero sí he visto, en cambio, numerosos head-hunters y empresas utilizando este tipo de redes para localizar candidatos a un puesto, cosa que me consta entre otras cosas por el número de veces que me piden referencias de ese tipo (mi perfil en LinkedIn no es demasiado “normal”, como corresponde al de un profesor en una escuela de negocios al que, por la elevada asimetría de la relación educativa, le crece la red de manera regular mucho más que lo que le puede crecer el pelo o las uñas). Desconozco hasta qué punto este tipo de contactos fructifican en un cambio de trabajo o no lo hacen, pero sí doy fe de que existir, existen. También me consta por evidencias puntuales que existen las estadísticas negativas, las del tipo “cuidado con Fulanito, que por su volumen de actividad en LinkedIn parece que se quiere ir”, pero ni idea de si esto llega a ser un condicionante importante para, por ejemplo, una decisión sobre una promoción.
¿Cuál es vuestra experiencia? ¿Tenemos evidencias de casos “galácticos” de buenos puestos de trabajo obtenidos gracias a este tipo de redes, o de ejemplos de valor añadido importante derivado de su uso? ¿Se está devaluando en algún sentido su uso con el tiempo? ¿Puede de alguna manera perjudicarte o beneficiarte el hecho de estar o no estar en ellas? Y sobre todo, muy importante para estas fechas… ¿engorda el uso de redes sociales? :-)
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.