Mi columna de esta semana en Expansión se titula “El marrón de la ley Sinde“, y habla de esa ministra a la que parece que comió la lengua el gato, que está esperando a que llegue el medio del verano cuando nada se mueve en España para, aprovechando los calores, la atonía informativa y la dificultad para la movilización, poner en marcha el que fue el “proyecto estrella” de su Ministerio (qué vergüenza, ¿no?), cuyo coste electoral y mediático pretenden minimizar todo lo posible.
Pocas cosas pueden hacer más justicia a la ley Sinde que ser puesta en marcha de tapadillo en medio del verano. Una burla democrática como la que ha caracterizado toda su existencia. En realidad, un auténtico marrón.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.