Un interesante artículo en Technologizer, “Why the Kill Switch Make Sense for Android, and Not for iPhone“ (vía Slashdot) nos permite descubrir de qué manera se establecen las reglas de juego en nuevos entornos competitivos: las dos plataformas para telefonía móvil lanzadas por Apple y Google, iPhone y Android, cuentan con sus respectivos mercados de aplicaciones centralizados por ambas compañías, iPhone App Store y Android Market. Y en ambos casos, las dos compañías han desarrollado el llamado kill switch, un procedimiento que permite deshabilitar de manera remota una aplicación que incumpla sus términos de uso. Sin embargo, los analistas han juzgado de manera muy distinta ambos casos: mientras el kill switch de Apple ha sido muy criticado y tildado de anticompetitivo, de estar diseñado para vetar el uso de aplicaciones que dupliquen las oficiales de la marca, el de Google se ha calificado como de una prestación razonable y una norma de seguridad básica para evitar problemas. Pasados ya de largo los tiempos del “buenrollismo” para ambas marcas salvo en sus forofos más acérrimos, ¿qué factores diferencian a ambas marcas?
La cuestión es simple: apertura versus cierre, o en términos de Eric Raymond, catedral frente a bazar. La propuesta de Apple es exclusiva, no ofrece más salida a los desarrolladores que quieran hacer llegar sus aplicaciones al mercado que pasar por ella, y no posibilita a los usuarios que quieran instalar una aplicación ajena a la iPhone App Store que pasar por el jailbreaking, salirse directamente de las reglas, un proceso sencillo pero no exento de cierto riesgo (la primera vez que lo intenté, me encontré con mi flamante iPhone completamente “bricked”, convertido en un ladrillo al que no se podia acceder). En un escenario de tan escasa apertura, el kill switch aparece como una herramienta que la compañía utiliza para restringir aquellas aplicaciones que no le convienen, una herramienta pensada para proteger a la compañía, no al cliente. Por contra, la plataforma Google ofrece un lugar centralizado en el que certificar y garantizar que una aplicación es adecuada, pero permite a un usuario obtener sus aplicaciones de cualquier otra plataforma o mercado que se llegue a establecer. La idea, como comenta el artículo original, es crear “el mejor sitio” para obtener aplicaciones para tu teléfono, no “el único sitio”. Una diferencia fundamental, que hace que el kill switch se plantee mucho más como una forma de proteger a un usuario de un hipotético problema en una aplicación que haya obtenido en la plataforma, pero que no supone la imposibilidad de obtenerla en otro lugar.
Apertura versus cierre. Catedrales frente a bazares. En no mucho tiempo, este tipo de conceptos serán parte habitual de todos los tratados de dirección de empresas.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.