03 julio 2012

Desarrolladores y emprendedores: aproximando posturas

Sala llena en Utopic_US, calculo que alrededor de ciento cincuenta  personas, y la satisfacción de que un tema que llevaba mucho tiempo en debate abierto – no siempre cordial, pero debate al fin y al cabo. Ante todo, agradecer a personas como Wilhelm Lappe, Emilio Rey, Iván Pérez y a la experiencia de los amigos de Betabeers el montaje de un evento cuyo balance me ha parecido enormemente positivo.

Mi primera intervención se centró en mostrar que esto no era algo que viniese de un artículo de Expansión publicado anteayer: hay antecedentes muy comentados de este debate que se remontan al año 2007, que habían discurrido ya con profusión importante de comentarios, y que tuvieron continuidad en artículos posteriores, como muestro en esta secuencia de capturas de pantalla en Slideshare.

El problema era, para mí, tan claro como lo siguiente: el entendimiento entre programadores (entendidos no como dice el Diccionario de la RAE, “persona que elabora programas de ordenador”, sino como aclara Wikipedia, “persona que requiere profundos conocimientos de matemáticas, electrónica, algorítmica, ingeniería del software, teoría de la computación, interacción persona-ordenador, etc. y que, por tanto, se considera una profesión de alta calificación”) era imposible si los primeros pensaban que los segundos eran una panda de “vendehumos”, “artistas del PowerPoint y de las proyecciones fantasiosas en la hoja de cálculo”, “payasos encorbatados”, o algún tipo de “empresarios malvados dispuestos a comprar mano de obra barata” (todos ellos adjetivos recogidos de hilos de comentarios a mis entradas en este sentido). Y mi experiencia cuando hablaba con unos o con otros era que ni los emprendedores que yo conocía lograban encontrar programadores ni enterarse de en qué eventos se reunían estos, ni los programadores eran capaces de ver el valor de un emprendedor y un buen proyecto. Que por supuesto, en todas partes hay cosas buenas, regulares y malas y podría ser que en ocasiones apareciesen proyectos que eran una payasada con emprendedores verdaderamente malos, como también aparecían en ocasiones programadores que era para echarles de comer aparte. Pero que con una actitud de ridiculizar o no intentar entender a uno o al otro lado no íbamos a ningún sitio.

Ver un “enfrentamiento” en este debate era bastante absurdo. En ningún momento, desde el inicio del debate, se trató de ahondar en diferencias, sino de buscar zonas comunes. David Bonilla, a quien tengo que agradecer su actitud constructiva en todo momento desde que entró en este debate allá por el año 2010, resaltó esas diferencias de percepción de los emprendedores (que, insisto, no son para nada las que yo veo en los proyectos con los que tengo relación o en proyectos de IE Business School que han pasado varias rondas de supervisión por expertos de todas las áreas), la especial idiosincracia del trabajo de desarrollo, y comentó que los desarrolladores buscaban en realidad proyectos sólidos que les valorasen, que tuvieran sensibilidad hacia el trabajo de programación, y que les dieran un buen sueldo. Pretensiones por supuesto interesantes, pero también en muchos casos alejadas de la realidad del emprendimiento, donde muchas veces hablamos de emprendedores con experiencia potente y que podrían estar cobrando sueldos importantes en empresas, pero que renuncian a su sueldo durante tiempo para poder desarrollar su idea. Es necesario un balance en las percepciones: no, ni los MBAs son “niños de papá a los que les pagan el master”, ni pretenden “contratar monos pagando cacahuetes”, porque eso va en contra de la sostenibilidad de su idea. La idea del “empresario explotador”, nos pongamos como nos pongamos, no tiene demasiado que ver con el escenario habitual en una startup. Hablamos de cosas distintas.

Muchas, muchas intervenciones interesantes: Sebas Muriel (Tuenti), Luis Rivera (Okuri Ventures, Tetuan Valley y Startup Spain), Raúl Mata (FDI Internet&mobile), Raúl Jiménez (minube), Diego Mariño (Ducksboard), Agustín Cuenca (ASPgems), Nuño López-Coronado (coches.com), Pablo Rodríguez (Genializa y Betabeers), Pablo Almunia (business angel y fundador de UEIA), Daniel Brandi (etece.com) o Pablo Ruiz Múzquiz (kaleidos), entre otros, proporcionaron sus percepciones e ideas al respecto, y avanzaron ideas en torno a otros debates también muy interesantes, como el de la subcontratación con socio tecnológico externo frente al desarrollo interno. He visto una crónica del evento en El Confidencial, “¿Hay en España buenos programadores para emprender?“, seguro que habrá alguna más (iré completando, si veis algo, por favor, ponedlo en los comentarios), y pronto estará disponible el vídeo completo del evento.

Al final, muchas ideas, muchas propuestas de continuidad y, sobre, todo, muchos puntos de contacto en torno a puntos que creo que era necesario hablar para superar. Repito: como en todos los campos de toda actividad, hay profesionales buenos, malos y regulares; proyectos buenos, malos y regulares; y desarrolladores buenos, malos y regulares… y eso no quiere decir ni que los emprendedores sean unos payasos, ni que los programadores no existan (permítaseme la licencia de ser un tanto “sensacionalista” en mis titulares cuando lo que se busca es abrir debate), ni que los proyectos sean todos chorradas insustanciales. Lo que quiere decir es que hay que moverse más, conocer a más gente, buscar puntos de contacto y no pedir lo imposible. Y en este sentido, creo que el evento de ayer es una muy buena noticia, y que de él pueden salir encuentros muy positivos.

Gracias a todos, y… seguiremos informando :-)



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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