Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula “Como un rey” (pdf), y es simplemente un intento de jugar con las reacciones que surgieron a raíz de la publicación de la carta del Rey en la página de la Casa Real, los comentarios acerca del “Rey blogger”, etc. para intentar hacer ver a las muchas empresas que todavía realizan una comunicación centrada en lo tradicional y unidireccional, que si una institución tan habitualmente prudente y conservadora como la Casa Real opta por una cierta – aunque muy moderada – bidireccionalidad, ellos también pueden (y deben) hacerlo.
Convertirse en bidireccional empieza por tener un esquema comunicativo que te permita evaluar la respuesta de terceros a lo que tú dices. La página de la Casa Real no es social, pero al menos, se ha dotado de boca y de orejas, lo que supone un paso más que simplemente emitir comunicados y notas de prensa. El paso siguiente, que dudo que veamos en el caso de la Casa Real, ya es el de permitir que ese canal de retorno se exprese en tu propia página, seguido por el de contestar y fomentar la conversación (sea en tu página o a través de otros canales).
Sin ánimo de entrar a juzgar para nada el contenido de la carta o la figura del Rey, sí resulta llamativo que la Casa Real haya optado finalmente por un modelo de comunicación algo más directo que las apolilladas y caducas notas de prensa, y, sobre todo, que le permite obtener información inmediata acerca de la repercusión de sus mensajes mediante enlaces entrantes, estadísticas de acceso, menciones, etc. En algunos círculos se comentó que durante la fuerte crisis de imagen que se produjo el pasado abril tras el accidente del Rey durante una cacería en África, las reacciones ciudadanas expresadas a través de las redes sociales se convirtieron en un termómetro fundamental a la hora de evaluar y tomar decisiones sobre las posibles respuestas que debían darse. Que la Casa Real haya optado por reforzar así el papel de su página web en su comunicación tras esa experiencia es algo que no deja de tener toda su lógica. A ver si las empresas van animándose a ello.
A continuación, el texto completo de la columna:
Como un rey
El pasado martes, el Rey Don Juan Carlos publicó una carta en la recientemente rediseñada página web de la Casa Real. Así contada y sin entrar en el contenido de dicha carta, la noticia no parece especialmente sorprendente: ¿para qué debería servir la página de la Casa Real si no es para publicar en ella una carta del Rey?
Lo sorprendente, si cabe, es que dicho uso haya tenido lugar a mediados del año 2012: la explosión de las herramientas de publicación sencillas en la red y el uso bidireccional que tuvo lugar tras el resultante descenso de las barreras de entrada datan del año 2003, auténtica arqueología en términos de internet.
Que prensa y red se poblasen de comentarios sobre "el Rey blogger" refleja lo anclada que está la sociedad en un modelo de comunicación ineficiente. Hasta ahora, el Rey emitía mensajes mediante notas de prensa, comunicados o discursos. Tras su emisión, la única forma de medir su repercusión era viendo las reacciones de los medios de comunicación masivos: una medición defectuosa, dependiente de factores como la línea editorial del medio o su agenda específica, sujeta a ciertas normas y, sobre todo, sin una necesaria correspondencia con la opinión ciudadana.
Ahora, el Rey puede emitir un mensaje de una manera ágil y directa. Pero sobre todo, puede medir su repercusión y las reacciones al mismo de manera prácticamente inmediata mediante múltiples herramientas: enlaces entrantes, tráfico originado por los mismos, menciones en redes sociales, tweets… Escritos tanto por los medios como por cualquier ciudadano provisto de un ordenador o unsmartphone. Una bidireccionalidad muy moderada, pero sin duda un paso. Y para la monarquía como institución, sin duda, una herramienta interesante.
Para su empresa también debería serlo. Si la monarquía, con toda su prudencia y mesura, puede hacerlo, ¿por qué su empresa no? Así que, en lugar de sorprenderse, modernice su comunicación… y quede como un rey.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.
Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.