Mi columna en el diario Expansión de esta semana se titula “La explosión smartphone” (pdf), y pretende servir como aviso a los lectores sobre el cambio que estamos viviendo en el concepto de terminal de telefonía móvil: ya no tanto el paso de “aparato para hablar por teléfono” al de “ordenador de bolsillo”, que ya viene de relativamente lejos; como más bien la evolución desde “aparato de bajo precio o gratuito que me entrega una compañía de telecomunicaciones” a “aparato caro, que dura poco, con funcionalidad extendida, sobre el que tengo que tomar decisiones de compra meditadas, y de cuyo manejo y entendimiento depende en gran medida mi percepción del entorno”.
Para muchos, atrapados entre el cambio de táctica de las operadoras que van dejando de subvencionar terminales y las políticas corporativas de BYOD (Bring Your Own Device), todo un nuevo escenario de toma de decisiones de adquisición con importes en ocasiones superiores al de muchos ordenadores convencionales. Y decididamente, un cambio de mentalidad.
A continuación, el texto completo de la columna, junto con los enlaces que no puedo poner en la versión papel:
La explosión smartphone
Un estudio publicado recientemente en el Wall Street Journal muestra cómo la adquisición de smartphones y las comunicaciones son la categoría de gasto que más crece en los hogares norteamericanos. De hecho, se ha elevado hasta desplazar a muchos otros gastos habituales: muchas familias reducen la factura de ropa, servicios, comer fuera o entretenimiento con el fin de costearse terminales que, en muchos casos, tienen precios más elevados que ordenadores portátiles o de sobremesa, a cambio de una durabilidad muy inferior, y cuya adquisición en muchas ocasiones conlleva compromisos de gasto mensual sensiblemente elevados.
En muy poco tiempo, los consumidores han pasando de simplemente utilizar el móvil que su operadora les entregaba, a gastarse cantidades que llegan hasta los quinientos y los ochocientos euros en el segmento más alto. La estructura y evolución del mercado español, además, lleva a una tendencia en las operadoras de abandono de la subvención y el bloqueo de los terminales. El iPhone 5 es ofrecido directamente en las tiendas Apple como terminal libre.El smartphone ha multiplicado su funcionalidad mediante las apps: lo que hace pocos años era un aparato para hablar por teléfono, hoy es GPS, monitor para hacer ejercicio, lector de correo, navegador, cámara, y medio millón de usos que hacen que pase mucho más tiempo entre nuestras manos que pegado a nuestra oreja.
La predicción de Eric Schmidt, que entiende el smartphone como la clave fundamental en el acceso a la red de lo que denomina "la mayoría aspiracional" de la población mundial, es que en unos doce años, un terminal que hoy cuesta cuatrocientos dólares nos cueste en torno a los veinte. Mientras eso llega, prepárese para gastar un dinero importante en algo que le durará poco tiempo, y que ya no es simplemente "para presumir": necesitará aprender a sacarle buen partido si pretende entender mínimamente el entorno en el que vive. Ha llegado la explosión smartphone.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.