16 abril 2010

Hablando sobre Google y sus enemigos, en Expansión

Miriam Prieto me escribió con un par de preguntas para la preparación de este artículo que sale hoy en Expansión, “A Google le crecen los enemigos” (ver en pdf). A continuación, como es habitual, reproduzco el intercambio completo de preguntas y respuestas:

P. ¿Por qué Google cada vez tiene más enemigos?

R. La lista de enemigos es una consecuencia directa del incremento de visibilidad y poder. Google, a día de hoy, es un elefante en una cacharrería: cada uno de sus movimientos altera equilibrios delicados en muchas industrias a veces muy consolidadas. El caso de la industria del GPS está muy reciente: que Google anuncie que sus terminales con Android proporcionarán indicaciones de navegación detalladas y con voz de manera gratuita, provoca automáticamente caídas del 20% en la cotización de empresas como Garmin o como TomTom. Imagínate levantarte una mañana como ejecutivo de esas compañías, ¡y darte cuenta de que tu empresa vale una quinta parte menos por algo que no está en absoluto bajo tu control! Google es una empresa que intenta proveer a sus usuarios con la mayor cantidad de información posible fácilmente accesible y sazonada con la consabida publicidad, y que se encuentra en curso de colisión constante con quienes facilitaban esa información anteriormente de maneras generalmente más caras o menos eficientes.

P. Hasta hace poco, Google despertaba mayoritariamente simpatía y admiración. Ahora, suben las voces críticas. ¿Tienes la percepción de que todos estos frentes abiertos pueden hacer que Google se convierta en “el malo de la peli” como le ha ocurrido a Microsoft?

R. Por el momento, la comparación no admite un análisis mínimamente serio: Microsoft es una empresa que, históricamente, ha sido llevada a los tribunales en más de veinte ocasiones por prácticas anticompetitivas, y ha tenido que pactar extrajudicialmente o ha sido condenada en infinidad de ocasiones. Hay incluso un articulo largo en Wikipedia titulado “Microsoft litigation“. En muchos momentos de la historia de la tecnología, Microsoft provocó un desincentivo muy elevado a la innovación, y fue clave en un progreso tecnológico más lento de lo esperado o en una drástica reducción de las opciones del cliente, así como directo culpable de la aparición de un entorno de monocultivo de una marcada inseguridad. Tras ser una empresa que jugó un papel importantísimo en la popularización de las herramientas tecnológicas, se convirtió claramente en un obstáculo al desarrollo del progreso tecnológico: para muchos, es una empresa que ha hecho más mal que bien. Durante muchos años, si un cliente quería adquirir un ordenador sin Windows, sus opciones eran prácticamente nulas: no solo tenía un monopolio, sino que lo utilizaba de manera claramente predatoria y anticompetitiva.

A Google, obviamente, las cosas le van bien. Pero son muy pocos los aspectos en los que se puede decir que Google ejerza un monopolio anticompetitivo: crecer es algo deseable para toda empresa, actuar restringiendo predatoriamente a la competencia no lo es. Toda la crítica de los usuarios acerca de Google y la gestión de la privacidad, por ejemplo, es muy poco realista: si los usuarios realmente sintiesen amenazada su privacidad, se irían a otra empresa, que las hay, y muchas, y están a un clic de distancia. Si no se van, es porque estiman que la ecuación les interesa, que no se sienten de verdad amenazados. Cuando Google restringe la competencia no lo hace por un intento de perjudicar a sus competidores, sino porque sus productos son superiores a los de éstos, lo que en último término no provoca reducción de las opciones al cliente, sino un nivel de progreso tecnológico mayor. Otra cosa, por supuesto, es que Google, como toda empresa que posee una cuota de mercado elevada en muchos segmentos y territorios, no deba ser mantenida bajo una fuerte vigilancia por las autoridades antimonopolio, algo que ya ocurre a día de hoy: cada adquisición de la compañía es mirada con lupa a ambos lados del Atlántico, e impedida si se estima que supone una excesiva concentración. De ahí a que consideremos a Google un freno en el desarrollo de la tecnología o una reducción de opciones peligrosa de cara al usuario, va un trecho muy grande, que a día de hoy, a mi juicio, no se puede decir que esté ocurriendo.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

2 comentarios:

  1. Pasaba por aqui, eres un visionario:

    Tres entradas seguidas una hablando de Apple, otra de Microsoft y otra de Google.

    Toma flame!

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  2. Bueno, tampoco era tan difícil, siempre hace lo mismo, en cuanto se pone en plan profesor cognazo unas cuantas entradas y caen los comentarios monta alguna de estas.

    Que por cierto se te olvida la anterior hablando de descargas (la de Liam Gallagher, que no me apetece enlazarla :-P).

    De todas formas no está tan rompedor como de costumbre, algo le pasa a este hombre.

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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.