16 abril 2010

Hablando sobre Microsoft Kin, en Cinco Días

Marimar Jiménez estuvo en la presentación de los dos nuevos terminales Microsoft Kin en San Francisco, me pidió que le diese mi opinión sobre sus características, y hoy la cita en su artículo “Microsoft saca sus cartas en la batalla del ’smartphone’” (ver en pdf). Desde mi punto de vista, los terminales de Microsoft carecen de los estándares mínimos para ser denominados smartphones, pero en cualquier caso, son un movimiento que había que comentar. Se puede intentar redefinir el significado de smartphone, pero es como si alguien quiere redefinir el significado de limusina y se empeña en afirmar que su Seat Panda lo es. Un smartphone (definición de Wikipedia) es un “teléfono inteligente que permite la instalación de programas para incrementar el procesamiento de datos y la conectividad”, y esto parece ausente en la gama de terminales presentada. Según algunos, en su momento ni siquiera el iPhone original de 2007 era un smartphone… Como mucho, el Kin será un social phone, un teléfono orientado a la gestión de la conectividad en redes sociales, lo cual no tiene porqué ser una mala idea a la hora de atacar un nicho de mercado concreto y sin duda interesante .

A continuación, como es habitual, el intercambio completo de preguntas y respuestas con Marimar:

P. ¿Con lo que se ha hecho público, qué valoración haces del anuncio de Microsoft?

R. La primera impresión es la de ser una oferta muy segmentada, dirigida a un público predominantemente joven, acostumbrado al uso permanente de Facebook y MySpace, con un enfoque muy fuerte al acceso a música y a la compartición de mensajes, fotos, vídeo, etc. Como interfaz de uso, parece muy trabajada y agradable, con una metodología de trabajo desarrollada sobre la nube, prueba del enfoque de la compañía en ese sentido. Es una propuesta interesante, pero le veo un mercado limitado, el que queda en el medio entre los teléfonos básicos y los smartphones: decididamente, no es competencia para los terminales que están marcado tendencia en el segmento alto del mercado, tales como iPhone, Android o BlackBerry.

P. ¿Ves a Microsoft preparada con el nuevo Windows Phones 7 y su primer móvil preparada para competir en la primera liga del negocio móvil?

R. Toda competencia es bienvenida, y más si proviene de una empresa con tanto que aportar como Microsoft, pero mi impresión inicial es que se la oferta no trata de competir en la liga de los smartphones. De hecho, los terminales no son, como tales, smartphones: no se le pueden instalar programas, no corren aplicaciones. Son un modelo cerrado, muy enfocado al manejo de información procedente de la web social, pero alejado del concepto de smartphone tal y como se ha definido en la industria. La comparación más adecuada que se está haciendo es la de ser una recreación del Sidekick, adaptada a los tiempos de las redes sociales. Indudablemente tiene su público, como de hecho lo tenía el Sidekick, pero no pretende ser un smartphone ni competir con éstos.

P . ¿Pronosticas un éxito parecido al del iPhone o más bien una mala experiencia como parece haber resultado el Nexus One para Google?

R. No es comparable a ninguno de los dos. En ambos casos estamos hablando de terminales que son, en sí, un ordenador con funciones casi ilimitadas merced al uso de plataformas de aplicaciones más o menos abiertas: el terminal tiene tantas funcionalidades como le queramos instalar. En este caso, Microsoft presenta arquitecturas cerradas, a las que ha incorporado funciones sociales: interesante, pero no comparable en absoluto. Y por diferencia de enfoque, tampoco comparable en cuanto a cuota de mercado.

P . ¿Cuál crees que es la gran baza de Microsoft en este negocio? ¿Y su gran handicap?

R. La baza de Microsoft en este negocio es la que corresponde de aprovechar su todavía fuerte llegada a los entornos corporativos. Pero obviamente, no será con estos modelos de terminal, sino con otros que pongan en el mercado más adelante, que tendrán un enfoque diferente. El gran handicap es, en un mercado cada vez más orientado hacia las arquitecturas abiertas que crecen mediante la aportación de terceros, el obtener un parque de aplicaciones competitivo.

P . ¿Crees que hay hueco en el negocio de la telefonía móvil como para tantos jugadores: Nokia, Samsung, LG, RIM, HTC, Motorola, Palm, Google, Microsoft…? ¿Qué quiniela haces a medio plazo?

R. En el segmento interesante, el de los smartphones, la quiniela es clara: RIM, Apple y Android. Tomando com referencia el mercado norteamericano, RIM ha crecido en cuota de mercado un par de puntos entre el primer trimestre del año pasado y el de este año y se mantiene como líder con más de un 40% del segmento smartphone, Apple se mantiene estable en torno al 25%, y Google ha pasado del 4% al 9%. Pensar en más plataformas resulta casi marginal en esta parte del mercado. Obviamente, el mercado es más complejo si incluimos toda la gama de terminales.

P. ¿Está Microsoft a tiempo de dar alcance a los gigantes de este negocio o llega tarde?

R. Con este lanzamiento, Microsoft no enseña sus armas. Simplemente muestra un par de modelos orientados a un segmento muy concreto, pero que no parecen tener mucho recorrido fuera de éste. Como innovación, el lanzamiento de hoy es poco más que una capa gráfica para hacer determinadas cosas de manera cómoda y conveniente, adaptando la idea del terminal a algo que incorpora los contactos de tu red social y gestiona tus correos (curiosa la falta de HTML en la aplicación de correo en los tiempos que corren). Interesante, pero muy limitado. Esperábamos un smartphone, y estos modelos, decididamente, no lo son, al menos de acuerdo a la definición de smartphone que la industria está utilizando actualmente. En cualquier caso, marcan una tendencia diferente en una compañía que llevaba demasiado tiempo parada (la participación de mercado de Microsoft en el segmento smartphone cayó de un 19% a un 15% entre el primer trimestre de 2009 y el de 2010), y que decididamente podría tener mucho que aportar. Bienvenida sea la competencia.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

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