El concepto de “era” aplicado a la web se queda en algo bastante menos duradero que su acepción habitual como era geológica: en un mundo que corre a la velocidad que lo hace la web, las unidades de tiempo son tan relativas como uno quiera. Pero sin entrar en discusión sobre cuánto dura una era, tengo claro que la semana pasada empezó la Era Facebook.
No es que Facebook no estuviese y hubiese aparecido de repente: a quien puede presentar estadísticas de más de cuatrocientos millones de usuarios de los cuales la mitad entran en un día habitual, pocas pruebas de concepto se le pueden pedir. Pero la serie de presentaciones en el Facebook f8, la presentación de los Facebook Social Plugins y todo lo que marca la extensión del mundo Facebook hacia fuera de Facebook es algo de una trascendencia tal, que muchos van a tardar tiempo en darse cuenta de su alcance.
Por mi parte, es algo que, como tantas otras cosas, tenía que probar en la práctica: desde hace unas semanas, estaba trabajando con mis amigos de Facebook en la actualización de mi presencia en la red. No tenía lógica tener simplemente un perfil personal mal utilizado, saturado de contactos (llevaba más de tres meses sin dar de alta a nadie porque había llegado al límite de cinco mil “amigos”) y que no aprovechaba las posibilidades de la red. La decisión fue reconvertir ese perfil en página, dejar el perfil para un uso verdaderamente personal, y trasladar a la página toda la actividad social, de manera que me permitiese, por un lado, “poner orden en el caos” y, por otro, como hago siempre que puedo, experimentar las cosas de las que necesito hablar en mis clases y conferencias de una manera directa, en primera persona. El funcionamiento, que ha “dado la lata” a algunos amigos que han “desaparecido y reaparecido” en mi perfil o que han presenciado (y presenciarán) cambios de todo tipo en mi presencia en Facebook a medida que hago todo tipo de experimentos, está siendo una experiencia verdaderamente interesantísima. Por el momento, se ha concretado en una integración progresiva del blog con Facebook: mediante el uso de los Facebook Social Plugins, se puede ahora, además de usar tu identificador de Facebook para dejar comentarios en el blog, hacer “likes” de las entradas que lees aquí (en la página individual de cada entrada) y que aparezcan en tu perfil, o de la página en su conjunto en el lateral derecho. Si quieres entenderlo bien o ponerlo en práctica en tu blog, me han gustado mucho las últimas entradas dedicadas al tema en Sociable.
Asimismo, no podía dejar de experimentar con la publicidad: con la ayuda de la propia Facebook, he estado experimentando con un anuncio simple que veis a la izquierda, y que demuestra que ese mito de que la publicidad en Facebook no la ve nadie resulta tan falso como ese otro que afirma que nadie hace clic en los anuncios de Google: si nadie hiciese clic en los anuncios de Google, sería muy difícil entender cómo un gigante como Google obtiene dos mil millones de dólares en beneficios en el Q1 de 2010 que provienen en más de un 80% de un solo producto. Dejando pendiente el escribir una entrada más detallada sobre el tema métricas, si los usuarios no viesen o no hiciesen clic sobre la publicidad de Facebook, mi número de usuarios en la página no habría pasado de 5800 a más de 9000 en los últimos tres días, desde que la campaña comenzó, y ello introduciendo el factor corrector de que yo, obviamente, no soy un “producto” ni una “empresa” como tal, sino un tipo de lo más normal que escribe sobre la tecnología y sus efectos. A estas alturas, cada una de mis entradas es visualizada a través de Facebook entre cuatro y seis mil veces, aportando además un público en muchos casos diferente al que tenía el blog. La “dimensión Facebook” y su traslado a lo que era hasta ahora el mundo exterior a la red social es algo que muy pocos van a querer/poder ignorar. Obviamente, hay muchas, muchísimas interpretaciones sobre este tema que habrá que tener en cuenta y analizar, implicaciones de todo tipo y alcance, de esas que es un gusto aventurar en esta página por la participación que generan: en ese sentido, por supuesto, “seguiremos informando”.
Bienvenidos a la “era Facebook”.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
El mono ha vuelto a lanzar el dardo y ahora el objeto de onanismo se llama Facebook.
ResponderEliminarEsperemos que tenga más suerte que cuando Apple empezó a subir como la espuma gracias a "la jugada estratégica más interesante y mejor diseñada que he visto en mucho tiempo" (los Mac siguen moviéndose en un triste 5-6% de uso) o cuando Google dejó a Facebook con un palmo de narices con una "jugada genial" (¿alguien ha visto eso de OpenSocial en algún sitio?), con Enrique farfullando cosas sobre APIs abiertas y cerradas sin tener ni idea de lo que hablaba, como de costumbre.
Buen resumen de los "greatest shits", PPA. A veces dudo de si algunos comentarios del blog de edans son de verdad o son de algún troll siendo sarcástico sin que Enriquísimo se dé cuenta.
ResponderEliminarFijaos en esta perla.. Si no fuera porque está escrita por un compañero del IE de edans (que siempre comenta para dorarle la píldora) pensaría que lo habría escritp algún tuituzo para mofarse. Es que a veces es difícil distinguie el peloteo chusco de la parodia mordiente :-)
Y aquí tenemos otra teoría sobre la derivación de filostros y forlayos .
ResponderEliminar"El problema, es intentar aplicar el concepto de ocupación sustitutiva cuando en realidad el que rige es el de ocupación complementaria..."
Si yo fuera el tal Josu y tuviera los temores que él tiene, desconectaba el ordenador inmediatamente y lo tiraba por la ventana por miedo a acabar diciendo cosas como esas.
Yo insisto, a mi cada vez me interesa más Dans como fenómeno sociológico que como "tecnológico" o gurulístico.
ResponderEliminarY me interesa porque ya llevo sobre la pista de estos fenómenos un tiempo. Por ejemplo, el caso de Santiago Niño Becerra y burbuja.info (gurú y web de apoyo, respectivamente) tiene muchos puntos en común con Dans: el "gurú" no da ni una y sin embargo sigue teniendo a una legión de seguidores que juran y perjuran que el tío las clava, aún poniéndole la tabla del link delante de las narices con los datos que claramente confirman que el tío lo único que tiene es mucha cara, y que sabe jugar con la mala memoria de la gente y con la credulidad que ni siquiera investiga un poco para ver si lo que se dice tiene algún punto de contacto con la realidad o no.
Dans es tres cuartos o más de lo mismo: lanza ráfagas y ráfagas de tonterías sin sentido, y luego claro, estadísticamente es imposible que con el paso del tiempo no se cumpla ninguna de ellas, aunque sea mínimamente, y ese mísero porcentaje de "aciertos" es aprovechado tanto por él como por sus seguidores para encumbrarlo al olimpo de los gurús.
Tampoco es un fenómeno tan raro,si hay gente dispuesta a seguir a alguien que en el seno de una secta predica la llegada de los reticulianos y las naves nodriza que nos salvarán de la catástrofe previo pago de su importe al líder del tinglado,no nos debe extrañar que existan fenómenos como el dansismo.
Pero a mi desde luego, me parecen dignos de estudio.
Y bueno, he dejado pasar las pajotas Second Life (¡¡nada menos que la próxima Internet!!) porque con la risa era incapaz de terminar el comentario XD
ResponderEliminarGracias por las aportaciones, Anónimo, me he descojonado con los filostros y forlayos.
Clondans, algún día crearé un soft para hacer un seguimiento de errores/aciertos de gurús dospuntoceristas. Puede ser la bomba.
El incunable, el necronomicón, lo que perseguirá a Dans hasta la noche de los tiempos: ¡Yo sí tengo los datos!
ResponderEliminarXDDDDD
Pues supongo que ya sabras que los datos reales eran estos:
ResponderEliminarhttp://victorgallego.files.wordpress.com/2008/11/mobuzz06.pdf
Escalofriantes, por cierto las perdidas de la sociedad Mobuzz, antes de que de Mello se diera a la fuga dejando impagadas las nominas de los trabajadores...
Esto es para que la gente se haga una idea del calibre de las mentiras que se marca Dans, como quien no quiere la cosa.
Los datos eran estos.
ResponderEliminarNo se porque no pilla la url en el comentario anterior, si quieres edita.
Con este comentario me ha reventado el cancamusímetro. Y con el comentario al que responde (el anterior a ese), el candidómetro.
ResponderEliminarEs decir, que hace experimentos pero no investiga pero luego dirá que tiene los datos.
ResponderEliminarQue me parece normal hacer experimentillos al vuelo, son muy útiles para hacerse una opinión superflua (que, por cierto, suele consistir en reafirmar la opinión prejuiciosa que ya teníamos) pero mi pregunta es: ¿alguna vez ha hecho alguna investigación de verdad? Me refiero a esas con premisas e hipótesis previas, marcadadores, indicadores, mediciones fiables y que luego son revisadas por otros pares para asegurarse de que no se han cometido errores y que finalmente se publican en sitios más "serios" que Expansión. Lo más parecido a investigar que ha hecho está en su página de artículos publicados del IE y después de leer 4 de ellos y ojear otros 4 he llegado a la conclusión de que su tiempo dedicado a la investigación de verdad rondará las 30 ó 40 horas en toda su carrera. Todas ellas allá por el 2000, ahora bastante tiene con promocionar su empresa, Enrique Dans, SL, cosa que, lo digo sin ironía alguna, hace realmente bien.
Últimamente las entradas de edans son un coñazo pero sus comentarios a las entradas están generando un auténtico hall of fame de la cancamusa. Respondiendo desde la blackberry a todo correr sin pensar mucho pasa lo que pasa.
Mordillo, yo también me pregunté eso en su momento, pero enseguida me di cuenta de que Enrique simplemente no sabe hacer eso.
ResponderEliminarLo más parecido sería esta escalofriante entrada donde Dans aprende a copiar y pegar o su continuación, habría dado dinero por ver a sus vecinos de despacho viéndole dar vueltas y comentando entre ellos "No, si este antes que currar cualquier cosa".
No hay que darle más vueltas, Enrique Dans ni es ni pretende ser un investigador, eso es evidente para nosotros.
ResponderEliminarEl término que de verdad le cuadra, a mi entender sería el de "telepredicador 2.0". El término le viene que ni pintado: engaña a la gente, que encima le jalea y anima, ante la sorpresa de los "no adeptos" que son capaces de constatar que lo que dice no son más que patrañas. Pero claro, como pasa en las sectas, como alguien "de fuera" ose a poner en evidencia a su líder, pues ya sabe a lo que se expone.
Ya imagino a los fieles de Dans en una sesión 2.0 por skype con su líder y a Dans diciendo como los telepredicadores de antaño "touch the screen, touch the screen, and you´ll be saved".
No descarto ver algo parecido en el futuro.