Mi columna de Expansión de esta semana se titula “La sociedad que queremos“, y está construida en torno a la aberrante lista de peticiones enviada la pasada semana por las patronales de la industria discográfica y cinematográfica a la a la recientemente creada Oficina para la Defensa de la Propiedad Intelectual del Gobierno de los Estados Unidos: programas de spyware de instalación teóricamente obligatoria en los ordenadores de los usuarios y que detectan y borran obras que se consideren infractoras, monitorización y censura por los proveedores de acceso de todas las conexiones en Internet por si acaso son usadas para transmitir materiales protegidos, inspecciones obligatorias en la frontera de reproductores MP3, ordenadores portátiles y discos USB en busca de dichos materiales, utilización de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para que actúen en función de la agenda de la industria, y presión internacional a otros países para que pongan en marcha esas mismas normas.Toda una ristra de sandeces absurdas, un compendio de medidas de fuerza en favor de la sinrazón.
Cuando una industria se atreve a pedir algo así, supera el límite de aguante que los ciudadanos deberíamos tener, porque refleja que dichas industrias pretenden llevarnos a un modelo de sociedad que resulta sencillamente aberrante. ¿Quieres vivir como si formases parte del argumento de un libro de Philip K. Dick? Ante un ataque coordinado y desarrollado a nivel mundial, se impone cada día más que defendamos el tipo de sociedad en el que queremos vivir. ¿De qué lado estás?
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.