Dos artículos me han sorprendido al hilo de todo este lío de la semana pasada en torno a la ley Sinde: este de ABC, “Así se fraguó el fiasco de la Ley Sinde“, y este otro en El Confidencial, “Sebastián filtró a Enrique Dans la aprobación de la Ley Sinde para intentar abortarla“. Y me sorprenden, en primer lugar, porque ambos titulan asumiendo como verídica una información que no lo es en absoluto.
Ninguno de sus dos autores, ni Jesús García Calero ni Arantxa Palacios, me contactaron en ningún momento para verificar la información, de lo que se deduce que o bien decidieron tragarse sin rechistar una historia proveniente de un tercero sin llevar a cabo una mínima verificación de fuentes, o bien responden a una estrategia trazada de señalamiento con algún fin determinado.
Afortunadamente, estamos en 2011, y cuando uno es señalado por terceros, tiene la oportunidad de contar las cosas como realmente tuvieron lugar. No aspiro a tener la difusion de ABC ni de El Confidencial, pero sí a que, al menos, las cosas queden claras por mi parte. Así que aquí va el relato de los hechos (los tiempos son aproximados) tal y como tuvieron lugar entre la noche del dia 1 y la mañana del 2 de diciembre:
- 20:00, salgo a dar un paseo con mi mujer.
- 20:25, recibo una llamada de teléfono. Es un contacto habitual que me informa de que acaba de tener acceso a la agenda del consejo de ministros del día siguiente, y que me confirma que, como nos teníamos, la aprobación del reglamento de la ley Sinde aparece en los temas a tratar. La semana anterior me había llamado al hilo del mismo tema para asegurarme que el tema no iba en agenda, y en otras ocasiones habíamos tenido contacto por cuestiones similares relacionadas con información interna de su ministerio, algunos de cuyos temas llevo bastante tiempo siguiendo con sumo interés. No voy a revelar, obviamente, el nombre de la persona que me informa, pero por supuesto no es Miguel Sebastián, a quien no tengo el gusto de conocer, ni nadie de su equipo o de su ministerio, dentro del cual no me suena conocer a ninguna persona en concreto que se me ocurra pueda tener acceso a esa información. Esa pista es, sencillamente, inventada. No sé por quién o para qué, pero inventada.
- Inmediatamente, llamo por teléfono a una de las personas del grupo que en su momento coordinamos #nolesvotes. Le doy la información, le aseguro su fiabilidad, y le aviso que me quedan más de cuarenta y cinco minutos de paseo. Quedamos en que como el tema es importante, hay que ir poniendo cosas en marcha sin esperarme. Me dice que avisa a otra serie de personas, y que nos ponemos en funcionamiento.
- Al llegar a casa hacia las 21:30, me encuentro ya con varios mensajes de correo que coordinan diversas acciones, y con un documento compartido en el que se está empezando a generar un escrito, que acabaría siendo este, y a cuya redacción me incorporo. Asimismo, me encuentro con alguna actualización en Twitter en la que ya se avisa del tema.
- Rápidamente, lanzo tres actualizaciones (ésta, ésta y esta otra) a modo de anuncio. Son importantes, porque veníamos de una semana anterior con falsas alarmas, y era esencial alertar a la red de lo que sabíamos se venía encima. Las tres actualizaciones fueron retwitteadas más de cincuenta veces cada una, y junto con otras de otros usuarios contribuyeron a dar lugar a un estado de alerta generalizado.
- Al tiempo, la periodista Pilar Portero confirma el tema en otra actualización, a partir de una segunda filtración cuyo origen ignoro, y actualiza segundamente en su blog en el mismo sentido. En menos de quince minutos, César Calderón confirma igualmente, citando en este caso fuentes internas del PSOE.
- En un grupo diferente, surge una carta a modo de manifiesto. No tengo ninguna participación en su redacción, pero dado que se propone como una acción colectiva para que figure en cuantos más sitios posibles y solicitando la redifusión, decido unirme y reproducirla. No soy el primero del grupo en publicarlo, pero sí el primero en ser enviado a Menéame. Después, entre esa noche y la mañana siguiente, la carta fue reproducida en infinidad de páginas y medios en la red.
- Mientras, sigo añadiendo actualizaciones en Twitter, dejando claro que la responsabilidad no proviene solo del partido en el gobierno, sino de personas concretas del gobierno entrante (varias de esas informaciones se comprobaron mediante las declaraciones de los implicados a la mañana siguiente). Las mías son, como cabe esperar de una cuenta con casi ciento cuarenta y cinco mil seguidores en Twitter, actualizaciones populares con buen nivel de retweets, pero la actividad a esas horas con respecto a ese tema está enormemente diversificada y es elevadísima.
- Tras terminar la redacción en el documento compartido, lo subimos a RedResiste y lo publicamos en los respectivos blogs de los autores. Son ya más de la una de la mañana. Lo anunciamos en Twitter, sube a Menéame (en este caso sube la página que actúa de repositorio central) y, en menos de una hora, el hashtag #RedResiste aparece ya entre los trending topic, al tiempo que el texto va también siendo progresivamente reproducido en más páginas y medios, y ambos documentos, con orígenes diferentes, alcanzan la portada de Menéame. Hacia las tres, me voy a la cama.
- A la mañana siguiente, mientras el hashtag #RedResiste se mantiene en primer lugar en los trending topics unido al espontáneo #LeySindeNO, vemos las confirmaciones de lo comentado por parte de los dos implicados en el traspaso de poderes, Soraya Sáenz de Santamaría y Ramón Jáuregui. En ambos casos, la aprobación del reglamento se da como cosa hecha.
- Durante la mañana, se mantiene una frenética actividad en Twitter y en diversas páginas web. Hacia las 14:00, pongo en TVE 24h. la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, y me entero en directo a través del ministro Blanco de la noticia. ABC publica inmediatamente sobre el tema, ignoro completamente sus fuentes, pero afirman que el ministro llegó a citar mi nombre, cosa que el propio ministro niega y de la que yo, obviamente no tengo constancia más allá de lo que dice ABC.
Ni tengo ningún interés en personalismos, ni mucho menos creo que los merezca en absoluto. Si bien la primera filtración llegó a traves de un contacto mío, fue confirmada en menos de dos horas por otras fuentes, con lo que el resultado, en realidad, no fue muy diferente. Obviamente participo en la difusión, argumentación, educación y divulgación del tema, pero soy simplemente uno más: la labor es intensamente colectiva y distribuida, y se encuadra dentro de un movimiento que viene ya de muy lejos, donde hay además muchas personas que ponen en ello tanto o más que yo. Atribuir “méritos” o “responsabilidades” a una sola persona es, en este caso, completamente absurdo, y solo me lo explico si lo que se está intentando hacer es “adornar” una historia desde un punto de vista periodístico, o por algún otro tipo de maniobra. No soy de los que huye de sus responsabilidades ni pienso dejar de hacer lo que hago, pero no creo que sea bueno ni para mí ni para nadie que se me atribuya más papel o más importancia de la que realmente tengo.
En cualquier caso, elucubraciones y fantasías, las justas. A partir de la secuencia de los hechos, que cada uno se haga la imagen que buenamente quiera. Y sobre todo, sigamos con el tema, que aún queda mucho recorrido y todavía no hemos ganado nada.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.