30 diciembre 2012

Sensacionalismo y reacciones en cadena

Un tabloide sensacionalista norteamericano, el New York Post, publica una noticia completamente falsa e infundada afirmando que Instagram ha perdido el 25% de sus usuarios activos debido al cambio de sus términos de uso. La noticia es completamente falsa e infundada, pero suficiente para que aquellos que no quieren dejar que la realidad les estropee una noticia se lancen a difundirla por todos los medios. De hecho, la cotización de Facebook llega a caer momentáneamente hasta un 3%, aunque se corrige rápidamente tras comprobarse la total falta de rigor de la afirmación. Los datos, simplemente, son inexactos, e Instagram continúa teniendo un crecimiento sostenido tanto de usuarios registrados como activos (lo cual, lo siento mucho, no es noticia, sino simplemente lo normal).

Mientras, algunos usuarios siguen pretendiendo que “oh, dios mío… Instagram se ha vuelto malvado, van a vender tus fotos a cualquiera que pase por la puerta y no te darán nada a cambio, y verás de repente la foto de tus hijos menores de edad en portada de un periódico sin que puedas hacer nada”. Pues no. No va a pasar. Es una soberana estupidez. De hecho, en ningún momento Instagram pretendió hacer eso. Pretendió guardarse la posibilidad de poner publicidad al lado de tus fotos y que estas puedan ser compartidas en otros servicios, y sin duda se equivocó gravemente tanto en la forma de redactarlo, como en la de comunicarlo, lo cual se vio agravado por la mala fama que Facebook tiene en estos temas. Pero Instagram sigue siendo un servicio muy bueno, y sus directivos no han perdido ni un ápice del sentido común que les llevó a triunfar en la red. Los términos de uso han sido corregidos para tranquilizar a sus usuarios, y han aclarado que en ningún caso pretenden desposeer a nadie de los derechos sobre sus fotografías.

Si quieres cancelar tu cuenta de Instagram, tú mismo con tu mecanismo. Es sencillísimo hacerlo. Allá tú. A mí me parecía un buen servicio ayer, y me lo sigue pareciendo hoy, por lo cual no lo voy a hacer. Si crees que hay una confabulación judeomasónica internacional y que en realidad Facebook me está pagando por escribir esta entrada, qué le vamos a hacer. Pero si cancelas tu cuenta porque crees que se van a quedar con tus fotos, que te las van a robar o que las van a explotar sin tu permiso vendiéndolas a otros, eres enormemente ingenuo. No te creas todo lo que lees en internet. Y en los tabloides sensacionalistas, menos aún.



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29 diciembre 2012

China refuerza el control gubernamental sobre la red al prohibir el anonimato

El gobierno chino aprueba un nuevo paquete legislativo que obliga a los usuarios de la red a identificarse con sus nombres reales ante los proveedores de servicio, que pasan además a tener nuevas responsabilidades sobre la eliminación de contenidos y el reporte a las autoridades.

La presión del gigante asiático sobre la red y sus usuarios es cada vez más fuerte, y los recursos que emplea en su control, cada vez más desmesurados. Entre las medidas recientes se encuentra un “purgatorio digital” para los usuarios de redes de microblogging como Weibo, la versión china de Twitter, que hace que cuando alguien ha mencionado términos considerados “peligrosos”, las actualizaciones que escriba sean retrasadas una semana, convirtiendo en completamente absurdo todo el propósito y la idea del microblogging. Los ocho métodos con los que Weibo censura a sus usuarios son de auténtica película de terror totalitario.

La semana pasada, un periodista del Diario del Pueblo chino, viendo venir el nuevo panorama legislativo, me preguntaba específicamente si creía que forzar el uso de nombres reales podía de alguna manera ayudar a la regulación de la red. Mi respuesta fue la siguiente:

El uso de nombres reales supone una violación de derechos fundamentales: el derecho a la participación anónima o con seudónimo es importantísimo para el correcto funcionamiento de la sociedad. En mi propia página, con un nivel de participación elevado, hay en muchos casos personas que pueden participar gracias al hecho de no tener que revelar, por ejemplo, para qué empresa trabajan. Es absurdo pensar en un entorno en el que una persona, por posicionarse de una manera determinada en un asunto, pueda sufrir represalias. El derecho al anonimato no perjudica en absoluto la persecución de delitos graves: en la red todo queda recogido en algún fichero log, y eso hace que la policía, con las garantías judiciales adecuadas, pueda, si es preciso, perseguir el delito incluso con mayores garantías que en la calle. De la misma manera que nadie nos obliga a caminar por la calle con un cartel con nuestro nombre, no deberían forzarnos a utilizar obligatoriamente nuestro nombre real. La norma, por otro lado, sería incontrolable, y es bien sabido que nada desgasta tanto al poder como la promulgación de normas de imposible cumplimiento.

 

Para intentar entender la situación actual de la red en China, te recomiendo esta página de Singapore Management University o esta conferencia de Michael Anti en TED.



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28 diciembre 2012

Remarketing: para que funcione, hay que hacerlo bien

El remarketing, retargeting o behavioral retargeting parece, en principio, una buena idea. Básicamente, consiste en que un sitio web en el que un usuario ha demostrado interés – bien genérico por el hecho de visitar el sitio, o más explícito por haberse interesado por un producto o servicio concreto – pero se ha ido sin comprar, pueda hacer que a ese mismo visitante se le administren anuncios de dicho producto o servicio en otras páginas que visite.

Las primeras aproximaciones al tema datan de mediados de los ’90. Es muy posible que lo hayas notado: tras ver, por ejemplo, información sobre hoteles en una ciudad determinada, empiezas a ver mucha más publicidad de hoteles en esa ciudad en muchas otras páginas a lo largo de tu uso habitual, en sitios de todo tipo no necesariamente relacionados con los viajes. AOL, en 2008, usó pingüinos para explicarlo. Google lo hace con un vídeo sencillo en esta página.

El tema despierta interés desde hace mucho tiempo: por un lado, tiene connotaciones complejas de cara a la privacidad de los usuarios, aunque puede impedirse o controlarse con herramientas como Do Not Track Plus. Por otro, existen, además de Google, muchas empresas que ofrecen este tipo de campañas como una solución a la baja eficiencia de la publicidad: qué mejor que ofrecer anuncios de tus productos o servicios en otras páginas a visitantes que se fueron de la tuya sin adquirir nada, en lo que supone volver a recordar a esos clientes que ya mostraron un cierto nivel de interés por tu producto o servicio que este existe y que está a tan solo un clic de distancia.

¿Dónde surge el problema? Pues que para hacer este tipo de cosas, que requieren el acceso a posiciones publicitarias en una amplia variedad de páginas que estén dispuestas a administrar estos anuncios, hay que hacer las cosas bien. De nada sirve que identifiques a los interesados en un tema específico, como un hotel en París, si después no eres capaz de identificar que, efectivamente, ya han hecho una reserva en un hotel de París. Porque a partir del momento en que ese interesado en un hotel en París ya ha hecho una reserva, todos tus esfuerzos por impactarle con ofertas para que reserve en el tuyo son prácticamente inútiles: impactos caros y desperdiciados.

Obvio, ¿verdad? Pues no tanto. Primero, porque en algunos casos, la búsqueda de información tiene lugar en un sitio, pero la reserva tiene lugar en otro, o por teléfono. En el caso de los hoteles, por ejemplo, las políticas de tipo “mejor precio garantizado” hacen que cada vez más usuarios llamen al hotel para decir algo como “tengo esta tarifa en pantalla, ¿me la mejoras”, o negociaciones de un precio similar a cambio de otras prestaciones o upgrades. Y segundo, porque es obvio que no está ocurriendo, y que se está haciendo uso del remarketing para “tirar por elevación”, reiterando anuncios tanto a quienes ya han tomado su decisión de compra como a quienes no lo han hecho aún. Esto, por un lado, genera molestias al usuario: que en mis páginas predominen los anuncios de hoteles en París porque tuve la ocurrencia de hacer búsquedas de hoteles en París es absurdo, porque hace ya mucho tiempo que hice una reserva en uno y no la voy a cambiar. Pero que mi hija sea capaz de averiguar algunos de sus regalos de navidad simplemente viendo qué anuncios se repiten sistemáticamente en la pantalla de los ordenadores de casa ya tiene su gracia. No porque vaya a perder la ilusión, que tampoco es para tanto, sino por la constatación de que esos anunciantes están desperdiciando su dinero y sus esfuerzos, y porque termina por generar rechazo al usuario. Y es que claro, si te vas a dedicar a invadir mi privacidad, al menos que sea para hacer las cosas bien y ofrecerme algo que me interesa, ¿no?



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27 diciembre 2012

Y en lugar de las notas de prensa? ¿qué?

Recibo la enésima nota de prensa que me trae completamente al fresco y no responde en absoluto a mis intereses claramente declarados día sí y día también en mi blog personal. La envío al spam como hago habitualmente con el correo no deseado, masivo y que no me interesa, y de paso escribo en Twitter una actualización que dice “el porcentaje de correos electrónicos titulados ‘nota de prensa’ que paso a clasificar como spam crece de manera alarmante…”

Y me encuentro con dos personas que, en tono correcto, me preguntan cómo creo que debe hacerse entonces para informar a los medios desde los gabinetes de prensa de las empresas. Y para un blogger, eso huele claramente a oportunidad para escribir una entrada :-)

El primer error de concepto viene de que un “gabinete de prensa”, como su nombre indica, es para eso, para informar a la prensa. El País es prensa. El Mundo es prensa, como lo es La Voz de Galicia, o La Información, o 20 Minutos, o muchos más. Yo no soy prensa, soy un profesor que tiene un blog. Antonio Ortiz, aunque no le he preguntado, no es prensa, es un emprendedor y directivo de una empresa que tiene un blog llamado Error 500. Alvy, Nacho o Wicho, aunque tampoco les he preguntado, tampoco son prensa. Son tres aficionados a la tecnología y la cibercultura que se dedican a desarrollar empresas en la red o a dirigir el área de tecnología de los museos coruñeses; además de escribir en un blog llamado Microsiervos. No, que ambos tengan más páginas vistas que copias venden algunos diarios regionales o que su contenido se incluya en la edición de algún medio no cambia la cosa: hablamos de personas que se dedican a varias cosas, y que por el hecho de tener una página en la red, se encuentran con que los incluís en un conjunto al que no pertenecen. Una empresa con decenas de trabajadores dedicada a la comunicación no tiene nada que ver con un blogger, aunque la base de datos que utilizáis os digan que son lo mismo. Es mentira.

Además, puede haber cien mil blogs más adecuados para recibir vuestra comunicación, aunque no estén en ningún “Top 100″, porque la red permite subdividir los intereses hasta el límite. Todos somos frikis de algo, solo tienes que encontrar a los que lo son de las cosas que tú cuentas, e intentar hablar con ellos. Educadamente, no asaltando su buzón. Cualquiera de ellos, si les interesase lo que les enviáis, podría sencillamente contactar con vosotros y solicitar el envío de noticias relacionadas con vuestra actividad, y si lo ha hecho,  genial. Si no lo ha hecho, por favor… dejad de enviárselas. Aunque, en realidad, es más que posible que no las estén viendo y que se vayan directamente a su carpeta de spam, a donde se irá también por extensión cualquier otra posible comunicación desde vuestra empresa o agencia que potencialmente sí podría llegar a tener interés. Es así de sencillo, no es nada personal: si una empresa me dice cosas que no me interesan cada vez que se comunica conmigo, procuraré no comunicarme con ella. No, no somos “especialitos”. No somos raros. No somos frikis (o sí, pero a mucha honra :-) Simplemente nos gusta que se nos trate como lo que somos, no como otra cosa. Si no soy un medio, por favor, no me trates como a uno, trátame como lo que soy.

Con total sinceridad y sin ningún ánimo de molestar: que un directivo haya sido promocionado o que os hayan dado el premio del certamen de nosequé, aunque en vuestra empresa os parezca la novena maravilla del mundo, no suele interesarnos. Que Gartner os haya puesto en su cuadrante mágico no nos dice nada. Y si nos lo dice, ya nos habremos encontrado la manera de estar enterados de ello sin que nos lo enviéis. Si sois de las empresas que consideramos interesante seguir, ya os estaremos siguiendo. Y si no, que nos acoséis a envíos no va a conseguir que lo seáis.

En segundo lugar, la definición de “gabinete de prensa”. En el escenario actual, toda la empresa, desde el primer trabajador hasta el último, forma parte de un gabinete de comunicación cada vez que dice “trabajo aquí”. Lo diga en Facebook, en Twitter o en un bar. Si tu empresa tiene un “gabinete de prensa”, ya solo eso quiere decir que su concepto de la comunicación está anticuado. Enviar notas de prensa de manera masiva a muchos destinatarios está anticuado. En la mayor parte de las ocasiones, esas notas de prensa van a la papelera, si no resulta que coinciden con la necesidad de un periodista con pocas ganas de trabajar que tiene que llenar un hueco. Porque si de verdad le interesase, tomaría vuestra nota, intentaría descifrar el idioma “compañés”, se documentarían, harían eso que se llama “cut out the corporate bullshit”, y escribirían sobre lo que realmente decís y por qué lo decís. Cuando se publica vuestra nota sin cambiar una coma no es porque les haya parecido interesante, es en realidad porque les trae sin cuidado, porque son profesionales malos o desmotivados, o porque no os discuten nada a cambio de que les pongáis mucha publicidad. En cualquiera de los casos, malo.

Si te quieres comunicar conmigo, lo siento, pero me vas a tener que tratar como a una persona. Vas a tener que preocuparte por saber lo que me interesa y lo que no, por leer lo que escribo y deducir si lo que tú haces se parece. Y escribirme a mí, no a cincuenta más en copia oculta (o peor aún, sin ella). Si quieres que me interese, interésate tú por mí y por lo que hago. Si quieres publicidad, paga publicidad. Si ves en mi página jamás publico “notas de prensa”, ¿qué te hace pensar que con la tuya voy a hacer una excepción?  Y ya puestos, no me digas “estimado periodista”, porque no lo soy. No me digas “estimado/a amigo/a”, porque si no sabes ni de qué género soy, no me interesa lo que tengas que contarme. Y menos aún me llames por teléfono para preguntarme si voy a publicar sobre lo que me enviaste, porque eso me resulta, si cabe, mil veces más molesto. Y de nuevo: no es nada personal, de verdad. Es puro sentido común. Es que, en realidad, las relaciones a través de la red no son distintas a las de fuera de la red. Trata de imaginarte llamando a mi puerta para contarme cosas, siguiéndome cuando camino por la calle, o inundando mi buzón de casa con papeles que no me interesan… piénsalo, ¿no te parece demencial?

¿Soluciones? Tan sencillas como crear un sitio en abierto donde cuentes al mundo lo que crees que le puede interesar. Llámalo blog corporativo, página web, página de Facebook o de Google+, Twitter, o como quieras. Si tienes un poco de visión estratégica, lo pondrás en un sitio que puedas manejar fácilmente y en el que tengas control sobre todos los factores comunicativos (un recurso tuyo, como un blog o una página fácilmente editable), y usarás las redes sociales para difundirlo o para generar interacción. Si consigues hacerlo bien y contar cosas mínimamente interesantes, aquellos a los que les interese te seguirán ahí, se suscribirán. Si cuentas cosas completamente irrelevantes, claro, no te seguirá nadie, pero al menos no te considerarán un pesado ni estropearás tu imagen personal o la de tu empresa.

Por último, fíjate en el nombre, “nota de prensa”. En inglés se dice “press release”, ¿verdad? Pues eso: if you have anything to say, release it. Si tienes algo que decir, libéralo. Y liberarlo quiere decir ponerlo en un sitio donde cualquier lo pueda leer libremente, no intentar forzar a otros a que lo lean. Pon la comida y deja que vaya yo a alimentarme si quiero, no intentes hacérmela tragar como a los pavos. En el escenario actual, un “gabinete de prensa” o una agencia que empleen tácticas anticuadas o que sean demasiado persistente son algo que puede estropear la imagen de una compañía, o incluso la tuya personal si firmas con tu nombre (y si no lo haces es porque ya te has dado cuenta de ello). Puedes ser una persona encantadora, pero hay nombres que a fuerza de verlos en mi carpeta de spam, si un día los conozco, les diré cuatro cosas por haber estado molestándome tanto tiempo, aunque estuviesen “haciendo su trabajo”. Lo siento, es así: hoy, la “nota de prensa” estropea tu imagen. La comunicación indiscriminada también. No llamar a la gente por su nombre es inaceptable. No comunicarse como lo hacen las personas es una mala cosa. Y si quieres ver todo esto mucho mejor expresado y escrito nada menos que en 1999, simplemente haz clic aquí.



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La caja negra de tu coche

Es un tema que llevamos viendo evolucionar desde el año 2004 y que empezó a apuntarse como realidad legislativa el pasado 2011, aunque en realidad ya se usa en otras modalidades desde hace tiempo. Finalmente, todo indica que los llamados Event Data Recorders o EDR, que recogen datos de un vehículo como número de pasajeros, uso del cinturón de seguridad, velocidad, uso de los frenos, variables de funcionamiento del motor, parámetros del airbag, y hasta quince variables más, serán obligatorios en los Estados Unidos en modelos fabricados a partir de septiembre de 2014.

El propósito fundamental del EDR es la seguridad y la investigación de accidentes. Sus datos podrán ser leídos de manera remota o mediante la conexión física a un ordenador, y está por regular de qué manera se protegerá el acceso a los mismos, si será precisa una orden judicial o no,qué ocurre si un usuario desactiva o desconecta el sistema, o si se permitirá el uso de los datos recogidos con fines comerciales, de forma anónima o no, para empresas interesadas como las compañías de seguros. Muchos fabricantes de vehículos han incorporado ya EDRs de manera voluntaria, como es el caso de GM con el sistema OnStar, que transmite datos directamente a través de la red de telefonía móvil, y de muchos vehículos comerciales que incorporan sistemas similares – o más complejos, incluyendo cámaras que recogen la actividad en el interior y exterior del vehículo – con fines de seguridad. Igualmente, algunas compañías de seguros han incorporado la posibilidad de instalar sistemas de este tipo con el fin de ofrecer mejores tarifas a determinados conductores, o cierta tranquilidad y sensación de control a los padres de conductores jóvenes.

En discusión, hasta qué punto este tipo de dispositivos son beneficiosos para el usuario o más bien una manera de poder demostrar un hipotético comportamiento negligente y de posibilitar que grandes compañías fabricantes o aseguradoras eludan sus responsabilidades en caso de accidente agarrándose a cualquier dato. O qué posibilidades existen para un uso paralelo de este tipo de sistemas con propósitos de monitorización policial o similares. Amigo o enemigo, el caso es que la ley que regula la instalación y uso de dispositivos EDR se encuentra ya en fase de consultas. En no mucho tiempo, en tu coche.



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26 diciembre 2012

Comunicación, políticas corporativas y flexibilidad

POP, un exitoso proyecto de estación de carga portátil multidispositivos lanzado a través de Kickstarter y que había conseguido superar holgadamente su objetivo inicial establecido en $50.000, está a punto de ser cancelado debido a las celosas políticas de Apple con respecto a su nuevo conector Lightning. Para los promotores, la imposibilidad de utilizar el conector de Apple significaba la no viabilidad del proyecto, así que anunciaron su cancelación e iniciaron los trámites para la que iba a ser la mayor devolución de dinero realizada a través de Kickstarter: ni más ni menos que $139.170 en casi mil pequeñas porciones de importes entre uno y mil dólares. La devolución implicaba que la compañía debía asumir las comisiones de las tarjetas de crédito, y convertía lo que era una ronda de financiación exitosa en un verdadero problema de liquidez.

La frase del fundador con respecto a la actitud mostrada por Apple deja lugar a muy pocas dudas:

We are pissed. I think they are being a bunch of assholes, and I think they're hurting their customers.”

(Estamos cabreados. Creo que están siendo una panda de gilipollas y que están fastidiando a sus clientes)

La respuesta de Apple, sin embargo, se produjo a gran velocidad: al ver el revuelo desatado en torno al tema y el papel de “enemigo de la innovación y del emprendimiento” en el que quedaba la compañía, aclararon rápidamente su postura, reescribieron su política y dieron su OK al dispositivo, convirtiendo de nuevo el proyecto en viable.

Una reacción rápida: Apple puede ser muchas cosas, pero por lo general, escucha y actúa rápidamente. Su política puede ser no contestar jamás a rumores, pero ante una falsedad que amenaza con hacer bajar la cotización de la compañía como ocurrió en 2007 son capaces de aclarar el tema en menos de una hora.

Pero el tema, más que para hablar de Apple, me resulta interesante para ilustrar cómo la rigidez de las políticas corporativas son muchas veces responsables de problemas de comunicación: el escenario hiperconectado actual se caracteriza por una velocidad pasmosa en la propagación de la información, unida a mecanismos que generan un cierto efecto de “disparo desde la cintura”. Ante una información, muchas veces expresada en una píldora de ciento cuarenta caracteres, que alude a una gran empresa comportándose de una manera que puede ser estimada como de “poco apropiada”, la respuesta, sin mediar ningún tipo de análisis, es la redifusión, en muchas ocasiones unida al insulto o al descrédito. Si el sistema, además, incentiva la velocidad, el ser “el primero que lo comenta” o que lo estima de interés, el efecto se refuerza más aún.

¿La consecuencia? Que las empresas, para sobrevivir con una reputación razonable en el mundo de hoy, deben no solo tener muy buenas orejas para escuchar y muy buena boca para hablar (crear una página para comunicar algo no es algo que pueda hacerse en respuesta a una crisis, porque lo que generas carece de indexación y posicionamiento), sino además ser muy rápidas, y enormemente flexibles. Del mismo modo que la nota de prensa ya es considerada típica de empresas con políticas de comunicación apolilladas y del siglo pasado, las respuestas del tipo “mi honra está en juego y de aquí no me muevo”, o “mi política es así y ahí queda eso” suponen un descrédito inmediato, un “aquí no pensamos, solo aplicamos políticas”.

No, ante una crisis comunicativa no puedes esperar a reunir a tu Comité Ejecutivo con sus complicadas agendas, no puedes convocar una reunión con tus asesores de comunicación, y no puedes redactar cuidadosamente una nota de prensa midiendo cada palabra. Lo único que puedes hacer es tomar una decisión muy rápida, y recorrer los sitios en los que esa noticia se está propagando aclarando el tema lo mejor posible y solucionando el desaguisado. En ese momento es cuando tener un blog corporativo frecuentemente actualizado, una cuenta de Twitter de la empresa, o algún alto directivo con popularidad en las redes sociales puede valer su peso en oro en términos de reputación e imagen. Guste o no guste a toda una generación de directivos acostumbrados a un mundo más lento y más rígido… el escenario actual es así.



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25 diciembre 2012

Sobre la naturaleza de la red

Tras el bloqueo de los proveedores de acceso británicos a The Pirate Bay, el Partido Pirata  de ese país estuvo varios meses ofreciendo un servidor proxy que permitía el acceso a la página desde el país, y que se convirtió rápidamente en una de las páginas más populares del Reino Unido. Sin embargo, el acoso legal al que la British Phonographic Industry (BPI) sometió tanto al partido como a sus principales líderes terminó por forzar el cierre del mismo.

Pero como ya todos sabemos, bloquear The Pirate Bay es un asunto complicado, porque choca con la mismísima naturaleza de la red. Como bien dijo John Gilmore hace algún tiempo, “The Net interprets censorship as damage and routes around it.” (“la red interpreta la censura como un daño, y busca rutas alternativas”), y esa regla parece estar funcionando de nuevo: el cierre del proxy británico está desencadenando la aparición de otros proxies creados por partidos piratas y simpatizantes de otros países, que terminarán posiblemente siendo más que los que las autoridades británicas puedan bloquear.

El Partido Pirata argentino ya ha lanzado su proxy, al igual que lo ha hecho el de Luxemburgo, enviando a la industria una señal muy clara que tiene que ver con lo que ocurre cuando a una hidra le cortas la cabeza.

En esta página puedes ver una lista actualizada de los proxies disponibles a The Pirate Bay. Y en esta otra, instrucciones detalladas sobre cómo construir tu propio proxy. Y los proxies son solo una de las alternativas: también puedes utilizar redes privadas virtuales (VPN)configurar OpenDNS, utilizar un plugin de WordPress, un túnel SSH en otro país… o mil maneras más. La naturaleza de la red puede ser difícil de entender para algunos… pero es lo que hay.



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24 diciembre 2012

Las mismas trampas de siempre, por los mismos tramposos de siempre

YouTube rebaja de manera drástica más de dos mil millones de visualizaciones de vídeo de las cuentas de canales de discográficas como Universal y Sony/BMG, indicando que se debe a un “enforcement of our viewcount policy”. Según The Daily Dot, todo indica que las discográficas han sido pilladas utilizando esquemas black hat de incremento artificial del número de visualizaciones. Básicamente, haciendo lo que han hecho durante toda su historia: intentar manipular artificialmente los gustos del público.

Durante muchos años, las discográficas habrían jugado a controlar los dos lados del embudo: por un lado, tomaban las decisiones de a qué artistas promocionar en función no de su calidad, sino de su potencial comercial. Por otro, manipulaban los gustos del público para así controlar el mercado, influenciando a las radios comerciales para que machacasen convenientemente determinados temas, primero mediante esquemas de pago directo (payola) y, cuando esta práctica fue declarada ilegal y las cuatro discográficas más importantes multadas con varias decenas de millones de dólares en 2005, mediante otro tipo de propuestas y canales sesgados similares. La frase del fiscal general del estado de Nueva York, Eliot Spitzer, dejaba lugar a muy pocas dudas:

“muestra que, contrariamente a las expectativas de los oyentes, el tiempo de emisión de los artistas está determinado por los pagos a las estaciones de radio y sus ejecutivos, y no por sus méritos artísticos”

Trasladados muy a su pesar a la era digital, parece más que razonable pensar que los ejecutivos de las grandes discográficas sigan intentando hacer lo mismo que hacían anteriormente en el mundo analógico: manipular los gustos comprando visualizaciones falsas para situar sus vídeos como “los más vistos en YouTube”, como quien sitúa una canción en lo más alto de las listas de éxitos. A perro viejo es difícil enseñarle nuevos trucos.

¿Problema? En la web, todo queda recogido en algún fichero log. La cuenta de visualizaciones de un vídeo, por su naturaleza directamente acumulativa, no puede bajar en ningún caso de manera natural. Que de un día para otro del canal de Universal desaparezcan más de mil millones de visualizaciones, el de Sony/BMG descienda 850 millones, y el de RCA pierda 159 millones puede calificarse, como mínimo, de inusual, de evidencia de que “algo está podrido en el estado de Dinamarca“. A la espera de confirmaciones, si es que llega a haberlas, las hipótesis que se aventuran no pintan nada bien.



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El fin de una época

Puedes ver los signos del evidente fin de una época cuando una revista histórica como Newsweek publica su último número impreso, y además lo hace con una portada con un guiño tan evidente a lo digital como un hashtag de Twitter.

El cierre de la edición impresa de Newsweek, que inició su andadura en 1933 fundada por Thomas J. C. Martynfue anunciado el pasado 18 de octubre en The Daily Beast, la página de noticias y opinión con la que se fusionó en noviembre de 2010. Ochenta años de historia impresa que se transforman a partir de ahora en bits y se mostrarán tan solo a través de la pantalla, en una publicación llamada Newsweek Global disponible mediante suscripción, con edición tablet y web, y algunos contenidos disponibles en abierto a través de The Daily Beast.

Y ya si quieres el colmo del ataque nostálgico, te recomiendo que veas el vídeo de la despedida que uno de los presentadores históricos de la CBS, Bob Schieffer, hace a Newsweek, Bob Schieffer says a goodbye to print… impresionante ver el gesto en su cara cuando con todos sus cuarenta y tres años de experiencia puestos en fila pronuncia la palabra “online”, y el pesar con el que evoca cómo la revista “was a big part of his life for a long time”.

 

 

Cada día, una evidencia nueva. Si alguien pretende seguir sin querer ver el ocaso del papel, la dura realidad se lo está poniendo verdaderamente muy difícil.



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23 diciembre 2012

Poke, la maxima expresión de la instantaneidad

Snapchat es una aplicación sencilla, muy sencilla: haces una foto o un vídeo de hasta diez segundos, puedes dibujar algo sobre ella o añadirle un texto, y la envías a un destinatario tras decidir cuánto tiempo le vas a permitir que la vea, entre uno y diez segundos. Si optas por uno o dos segundos, lo normal será que al destinatario, que ve el mensaje junto con una cuenta atrás, ni siquiera le dé tiempo a hacer una captura de pantalla. Si lo dejas más tiempo será más fácil que lo haga, en cuyo caso la app te notifica de ello. Pasado ese plazo, el mensaje se autodestruye, desaparece tanto del terminal que lo ha recibido como de los servidores de la compañía. Si se te están ocurriendo usos relacionados con el envío de fotos comprometidas, o sexting, parece ser que ese no está siendo el uso más habitual.

Con este principio tan simple de comunicación efímera, la app consiguió un éxito impresionante: más de veinte millones de fotos compartidas al día en su versión de iOS, más de mil millones en total hasta que lanzaron su versión Android a finales del octubre pasado para incrementar la base de usuarios potenciales y aprovechar el tirón.

Finalmente Facebook, tras intentar su adquisición en varias ocasiones y viendo venir que podía crecer hasta convertirse en una nueva operación costosa como la de Instagram, ha optado por desarrollar su propia alternativa. No lo ha hecho de cualquier manera: la ha llamado Poke, está disponible por el momento solo para iOS, y ha trabajado en su desarrollo el mismísimo Mark Zuckerberg, que también ha grabado la voz que notifica los mensajes. Tras recibir la bienvenida de su competidor en el mejor estilo de aquel anuncio de Apple frente a IBM de hace unos treinta años, la aplicación ha sido ya examinada por sitios como ReadWriteWeb o MIT Tech Review, tildada de “frustrante” por Mashable, y analizadas cuidadosamente función por función sus diferencias con Snapchat, para encontrarse con pocas diferencias: algunos caracteres más, geolocalización, un par de días de almacenamiento en los servidores de Facebook antes de la destrucción definitiva de los mensajes y, para evitar un uso potencialmente peligroso como situaciones de intimidación o acoso, un botón para reportar de manera inmediata un mensaje para que pueda ser investigado.

Por el momento, no he visto demasiada actividad en torno a este tema de la mensajería efímera más allá de los Estados Unidos, pero tengo toda la impresión de que la vamos a ver en breve. Con tantas formas de comunicarnos que dejan “huella digital”, puedo imaginarme la propuesta de enviar mensajes con texto, imagen o vídeo que se autodestruyen tras cumplir su función comunicativa prendiendo bastante bien entre muchos demográficos de usuarios. Si recibes un mensaje de este tipo y ves sobreimpresionada una cuenta atrás, que no te pille de sorpresa. Simplemente practica con la función de captura de pantalla de tu móvil para tenerla a punto si es preciso y poder ser “el pistolero más rápido del Oeste”, y prepárate para la llegada de todo un nuevo formato comunicativo.



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22 diciembre 2012

Julio, la SGAE y los derechos de todos

La mejor noticia del día de ayer fue para mí la victoria de Julio Alonso sobre la SGAE en el Tribunal Supremo. Por todo: porque el caso era una basura con la que la SGAE pretendía ejemplificar y que ha terminado teniendo exactamente el efecto contrario, porque es una victoria del sentido común y de las libertades, y porque ha tenido lugar en el Supremo, con todo lo que ello conlleva. Un verdadero golpe al matonismo judicial.

Como amigo de Julio, he tenido la oportunidad de ver cómo ha vivido el caso durante todo el tiempo, y me consta que no ha sido nada fácil. Seguir adelante a pesar de las primeras derrotas fue posible gracias precisamente a que Julio es como es: una persona de principios dispuesta a sacrificarse si de verdad cree que está defendiendo lo correcto. Lo fácil, en esos casos, es plegarse a las exigencias del poderoso, del que tiene a los abogados en nómina, del que tira con pólvora del rey mientras a ti cada factura del abogado o del procurador te recuerda cuánto tienes que trabajar para pagarla.

Es también un triunfo para sus abogados, Javier Maestre y Carlos Sánchez Almeida (que son también los míos en la persecución a la que me tiene sometido Promusicae, que gané en primera instancia y que se encuentra ahora en recurso ante la Audiencia Provincial), que han fundamentado el tema de manera solvente, consistente y con la tenacidad necesaria para llegar hasta el Supremo. Pero sobre todo, es un triunfo de todos: Julio no estaba defendiendo únicamente su inocencia, sino derechos de todos como el de poder informar, poder vincular o poder mantener una página. Julio, en realidad, fue víctima de la persecución judicial de la SGAE por una maldita casualidad: un cambio en el algoritmo de Google lo llevó a aparecer como primer resultado, cuando éramos muchos los que habíamos hablado del tema, informado, o vinculado. No, en la sociedad de hoy no hay “innombrables”, no hay “intocables” no hay empresas con más derechos que las personas en función de la disparidad de sus recursos, no hay supuestos derechos al honor que puedan ser utilizados a la ligera como arma para intimidar o callar a los ciudadanos. Un insulto es un insulto y cualquiera debe tener la posibilidad de defenderse de él, pero alegar que una opinión o una información ofenden a tu honor para intimidar o callar a un ciudadano es un recurso del que se ha abusado muchísimo y que debe ser convenientemente desactivado.

De todo lo escrito ayer, me quedo con este párrafo final del propio Julio en la entrada que dedica al tema:

Los derechos y las libertades no son gratis. Costó mucho conseguirlos y costará también mantenerlos. Hay que ejercitarlos. Hay que defenderlos. Hay que luchar por ellos. Hay que unirse para hacerlo y hay que ayudar a los que lo hacen, aunque a ti en ese momento no te afecte. Y hay que estar dispuesto a perder algo para defenderlos.

Había que estar ahí, había que aguantar el chaparrón, y Julio lo ha hecho. Enhorabuena, y GRACIAS.



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21 diciembre 2012

El escenario tecnológico, mi columna de esta semana en Expansión

Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula “El escenario tecnológico” (pdf), y trata de explicar hasta qué punto ha cambiado la composición de la industria: como bien muestra el estudio de Goldman Sachs al que hago referencia, hoy el mundo de la tecnología, expresado en dispositivos conectados a la red, es un entorno en el que el líder histórico (el que fue líder durante la última década del siglo pasado) ya no lo es y se conforma con un 20% de cuota de mercado, mientras es superado por Google (42%) y por Apple (24%).

Un escenario completamente renovado, al que hemos llegado tras una rapidísima evolución desde el año 2005 con la progresiva llegada al mercado de dispositivos como smartphones y tablets. Hoy, analizar el mercado sin tener en cuenta estos dispositivos, cuya cuota aumenta a gran velocidad, y limitándose a los PCs, cuya cuota se reduce, resulta completamente absurdo. Con los datos en la mano, la auténtica expresión de la llamada “era post-PC”. Y por supuesto, el triunfo del código abierto: el sistema operativo más utilizado para conectarse a la red es Android, una adaptación de Linux.

Para las empresas, resulta fundamental entender ese escenario a la hora de plantear y planificar su evolución tecnológica. Si su director de tecnología no es plenamente consciente de este cambio en el escenario, es muy posible que no esté tomando las decisiones adecuadas.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

El escenario tecnológico

Un informe de Goldman Sachs analiza la verdadera situación del escenario tecnológico de los tiempos que vivimos, y ofrece unas conclusiones aparentemente sorprendentes, pero completamente razonables para cualquiera que les dedique un poco de atención.

En primer lugar, una evidencia: vivimos una completa redefinición de la composición del escenario tecnológico. La llamada “era post-PC” es una absoluta realidad: los ordenadores personales de sobremesa o portátiles representan ya únicamente un 29% de los dispositivos personales conectados a la red, mientras que los smartphones y los tablets alcanzan un impresionante 66%. El dato resulta interesantísimo, porque obliga a repensar drásticamente la idea que teníamos del mercado tecnológico: existen ya empresas que alcanzan importantes triunfos y cuotas de mercado estando total o parcialmente ausentes del segmento PC.

La otra consecuencia de este escenario completamente redefinido en un cortísimo espacio de tiempo es que Microsoft, el líder tradicional de la industria y la empresa que caracterizó la tecnología de la última década del siglo pasado, ha perdido completamente su liderazgo. Hasta el año 2004, en un mercado constituido mayoritariamente por PCs, Microsoft alcanzaba una apabullante cuota del 95%. Pero a partir de ese año, la erosión derivada del cambio de escenario ha sido constante, hasta llegar a una situación actual en la que Google reina con un 42%, seguida por Apple con un 24%, Microsoft con un 20%, y un 14% en posesión de otros fabricantes. Una imagen radicalmente diferente, originada por una auténtica revolución.

¿De qué estamos hablando? De un escenario dotado de una diversidad y pujanza muy superiores, con un liderazgo que refleja el triunfo del código abierto, y que condiciona un nuevo mercado de hardware: clásicos fabricantes de PCs como Lenovo, HP o Dell, en un mercado en recesión, sustituidos por empresas como Apple, Samsung, HTC y similares, en un segmento en fuerte crecimiento. Revise lo que creía saber de tecnología: decididamente, el escenario ha cambiado.



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El triste destino del papel

Cierran las ediciones impresas de varias revistas del grupo IDG en España, entre otras las míticas MacWorld y PC World. Esta última fue la revista en la que publiqué mis dos primeros artículos, allá por el año 1996, sobre filosofía de uso de la hoja de cálculo, de la mano de un excelente profesional y persona llamado Jaime de Yraolagoitia.

Daniel de Blas, director de MacWorld desde el año 1998, publica una columna acerca de su cierre,  con la que no estoy completamente de acuerdo (hablar de “la piratería” se ha convertido en un auténtico lugar común… ¿quién ha visto alguna vez a alguien “piratear” una revista?) pero de la que extraigo este rotundo fragmento (énfasis añadido):

 

… estábamos sembrando un terreno sobre el que antes o después iba a pasar el tsunami de la realidad: y es que los medios impresos van a desaparecer más pronto que tarde. No será mañana y no desaparecerá todo al mismo tiempo, pero seguir manchando papel con tinta para mostrar algo que se ve mejor en una pantalla no tiene sentido.”

 

Y así es. No tiene sentido. Ninguno. Lo decíamos hace poco, y lo repetimos: el papel fue el modo más eficiente y económico de transmitir información hasta finales del siglo pasado. Ahora, simplemente, ya no lo es.



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