Marimar Jiménez me envió algunas preguntas para documentar el artículo que publicó en la edición fin de semana de Cinco Días sobre el mercado smartphone, titulado “Dell se rinde ante Apple y Samsung en smartphones” (ver en pdf).
A continuación, el texto completo de las preguntas que intercambiamos:
P. Dell deja los smartphones, HP también lo ha hecho, y Toshiba fuera de Japón también ha dado marcha atrás… ¿Por qué es tan difícil para estas empresas que vienen del mundo del PC entrar en este negocio, donde Apple, que también venía del mundo de los ordenadores, no solo lo logró sino que sacudió y reinventó todo el sector?
R. Competir en el segmento de los smartphones supone habilidades que no son en absoluto sencillas: el caso de Apple es el de una empresa que reinventa drásticamente un concepto y se apropia en gran medida el espacio que ella misma ha creado, el de Google es un dominio que se lleva a cabo a través del software mediante código abierto, el de RIM en su momento fue un éxito derivado de otra reinvención conceptual… Los casos de fabricantes son diferentes. En la mayor parte de los casos utilizan estrategias basadas en su excelencia en fabricación o ensamblaje, pero carecen de un valor diferencial que vaya más allá. En ausencia de estas estrategias, la posibilidad de convertirse en un actor importante está sumamente comprometida.
P. Según me comentaban hace poco, solo tres fabricantes de smartphones tienen beneficios de este negocio: Apple, Samsung y HTC. ¿Reflexiones al respecto?
R. El segmento smartphone no puede analizarse únicamente según la óptica de los fabricantes, porque es en realidad un ecosistema en el que está el software, los sistemas operativos, las apps, etc. Apple y Samsung ganan dinero, y HTC según el trimestre, lo gana o lo pierde, pero hay mucho más dinero en juego si tenemos en cuenta las ganancias de otras empresas relacionadas.
P. ¿Es el negocio del smartphone casi un oligopolio si se tienen en cuenta las cuotas de mercado? ¿Cómo se puede romper esa dinámica? ¿Y quién la podría romper?
R. El segmento smartphone es todavía inmaduro, queda aún tiempo para que veamos procesos de consolidación que le den una fisonomía más estable. Y terminará por parecerse bastante a lo que era el segmento de los PCs, un oligopolio y mucho competidores que asuman otras estrategias más modestas. Las rupturas pueden venir de cambios bruscos en el concepto, como “desarmar” el smartphone, dotarlo de funciones especialmente novedosas, etc.
P. El hecho de que Dell, HP o Toshiba no logren ser jugadores relevantes en los smartphones ¿qué supone para el futuro de esas compañías? Más teniendo en cuenta que estamos en la era post-PC…
R. La importancia de algunos factores ha cambiado drásticamente. El líder tecnológico de la última década del siglo pasado, Microsoft, tiene hoy una presencia mucho más modesta en el nuevo entorno que se ha creado con la confluencia del PC, los smartphones y los tablets, un entorno en el que su sistema operativo ni siquiera es ya el más utilizado (hay más máquinas con Android y iOS que con Windows). No tener una posición sólida hoy en un segmento con la importancia del smartphone supone una desventaja clara en un subsegmento de elevadísimo crecimiento, y por tanto, una pérdida potencialmente elevada de participación sobre el global de la industria.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.