La idea de “sociedad sin papeles” continúa su expansión con un nuevo objetivo claro: la cartera. Ese incómodo objeto que llevamos en nuestros bolsillos lleno de papeles y trozos de plástico, y que desde hace mucho tiempo contamos con tecnología suficiente como para sustituirlo, parece estar empezando a flaquear, nunca mejor dicho: una cartera que adelgaza hasta desaparecer.
Una muy buena entrada de Nick bilton en el New York Times, titulada “Disruptions: how my smartphone emptied my pockets“, permite ver hasta qué punto la eliminación de la cartera y su sustitución con tecnología se está convirtiendo en una realidad tangible.
De acuerdo, es Nick Bilton, el mismo que escribió el muy recomendable libro “I live in the future & here’s how it works“, no es un usuario medio en absoluto, pero vale la pena leer el artículo completo: cada día más, sale de casa con su smartphone y con su carnet de conducir (la drivers license se utiliza en los Estados Unidos como documento de identificación) como sustitutivos de la cartera, y ello a la espera de que el propio gobierno se modernice y ofrezca una alternativa electrónica válida para la identificación. En la mayoría de los sitios ya puede pagar simplemente tocando un terminal (bump) con su teléfono móvil, lo mismo que utiliza para intercambiar tarjetas de visita. En otros sitios, como Starbucks o las tiendas Apple, ya ofrecen una app específica para pagar. Y en cada vez más sitios, optan por la fantástica y completamente minimalista solución de Square: pagar sin ningún tipo de tarjeta, simplemente cuando el dependiente del sitio en el que has preanunciado tu visita te identifica por tu cara (es tan simple, que la mayoría de las personas de banca o de medios de pago que conozco son incapaces de entenderlo y asimilarlo cuando se lo explicas). Para otras tarjetas, como las de fidelización, que simplemente tienes que mostrar o que tienen un código que escanear, mostrar una foto bien hecha de la tarjeta es suficiente. Y para llevar las fotos de la familia… en fin, pocas sustituciones más ventajosas.
¿Problemas de seguridad? No más que los que pueden ocurrir con los métodos tradicionales. Por el momento, de hecho, menos, porque las metodologías para delinquir suelen tardar más que la implantación de los medios de pago. Mientras los nuevos medios de pago no generalicen su adopción completamente, no compensa al delincuente especializarse y convertirse en experto tecnólogo, y durante bastante tiempo después, seguirá compensándole más fijar su objetivo en el tecnófobo recalcitrante.
¿Y si pierdo el móvil? Pues igual que si pierdes la cartera. No, de hecho, mucho mejor: en el móvil tienes una contraseña general si quieres, y otra para la aplicación. Tu cartera, por el momento, no permite el uso de ninguna contraseña para su apertura.
La cartera como objeto del pasado. Simplemente, cuestión de tiempo.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.