Google vuelve a estar presente con sus mapas en los terminales de Apple, en un movimiento muy anunciado y comunicado que dejaba a la empresa de la manzana muy pocos grados de libertad tras sus disculpas y los incidentes registrados, y se convierte, como era de esperar, en una de las apps más descargadas.
Con este movimiento se cierra un período durante el cual los millones de usuarios de iPhone han tenido alternativas para acostumbrarse a aplicaciones de otras compañías, una auténtica ventana de oportunidad que otros, como es el caso de Nokia, no han sabido aprovechar. La ausencia de una política de promoción o de ningún tipo de acción de marketing proactiva por parte de la empresa finlandesa en un momento tan clave y con un tema tan importante como los mapas resulta desconcertante, pero según muchos de sus usuarios que han valorado su aplicación con una sola estrella, se trata de que, sencillamente, su producto no está a la altura.
Para Apple, la situación tampoco es demasiado buena, aunque posiblemente mejor que la alternativa de no haber hecho nada. Mientras circulan rumores de que la empresa podría utilizar una parte de su abundantísimo cash para adquirir a la holandesa TomTom y ofrecer una alternativa competitiva, lo que implicaría que la verdadera killer feature de este tipo de aplicaciones es la llamada “turn-by-turn navigation”, las indicaciones en tiempo real, en las que la aplicación de Google resulta especialmente competitiva.
Por otro lado, resulta interesante también el efecto inercia: todo indica que salvo en el caso de aquellos usuarios para los que los mapas resultan fundamentales, la inmensa mayoría de los usuarios de iPhone se comportaron de manera sorprendentemente conformista: al dejar de tener disponibles los unos mapas de Google en los que carecían de las ya mencionadas indicaciones (que ya estaban desde hacía mucho tiempo disponibles en Android), pasaron a utilizar los de Apple hasta que volvieron de nuevo a tener disponibles en la App Store los de Google, pero, al menos de manera mayoritaria, no optaron por intentar instalarse alguna otra alternativa.
De cara a futuro, Nokia tiene un serio problema: perdida la oportunidad de crear una base de usuarios en dispositivos iOS, la alternativa se reduce a capitalizar las ventas de sus dispositivos Lumia, que a pesar de las cifras que pretendían manejar algunos, siguen teniendo una acogida que puede calificarse como máximo de “tibia”. Para intentar devolver el lustre a semejante compañía parece decididamente muy poca tracción.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.