Me pidieron que grabase un pequeño vídeo para Vía@IEBusiness, el blog de IE Business School en El País, así que hablé en un formato muy breve sobre lo que es para mí uno de los temas peor interpretados por las compañías en estos tiempos que vivimos: la diferencia entre “estar en las redes sociales”, algo que para mí no constituye como tal una estrategia y que suele dar lugar a presencias erráticas, inútiles o directamente absurdas, y planificar una verdadera estrategia de web social.
Tener una página en Facebook, en Google+, en LinkedIn o una cuenta en Twitter no constituye, como tal hecho, una estrategia. Tener una estrategia debe partir de una presencia sólida que uno mismo controle, una página con una estrategia y medios para la creación de contenidos, características de permanencia, y amigable para quien quiera vincularla o reutilizar su contenidos, en la que todo dependa de nosotros mismos, no de las posibles veleidades o cambios de la red social de turno. A partir de esa presencia, las redes sociales se pueden utilizar para muchas cosas: para dar difusión a los contenidos que creamos, para abrir vías de diálogo si se tienen medios para responder al mismo, para crear acciones específicas para cada red, para manejar diferentes público objetivo en función de sus intereses y afinidad por una red u otra, etc.
Para mí, entender esa diferencia es lo que verdaderamente permite distinguir a las empresas que entienden la web social de aquellas que simplemente “están en las redes sociales porque les han dicho que están de moda”. El vídeo es muy corto, únicamente dos minutos y medio, en inglés, subtitulado en español.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.