Recibo la enésima nota de prensa que me trae completamente al fresco y no responde en absoluto a mis intereses claramente declarados día sí y día también en mi blog personal. La envío al spam como hago habitualmente con el correo no deseado, masivo y que no me interesa, y de paso escribo en Twitter una actualización que dice “el porcentaje de correos electrónicos titulados ‘nota de prensa’ que paso a clasificar como spam crece de manera alarmante…”
Y me encuentro con dos personas que, en tono correcto, me preguntan cómo creo que debe hacerse entonces para informar a los medios desde los gabinetes de prensa de las empresas. Y para un blogger, eso huele claramente a oportunidad para escribir una entrada :-)
El primer error de concepto viene de que un “gabinete de prensa”, como su nombre indica, es para eso, para informar a la prensa. El País es prensa. El Mundo es prensa, como lo es La Voz de Galicia, o La Información, o 20 Minutos, o muchos más. Yo no soy prensa, soy un profesor que tiene un blog. Antonio Ortiz, aunque no le he preguntado, no es prensa, es un emprendedor y directivo de una empresa que tiene un blog llamado Error 500. Alvy, Nacho o Wicho, aunque tampoco les he preguntado, tampoco son prensa. Son tres aficionados a la tecnología y la cibercultura que se dedican a desarrollar empresas en la red o a dirigir el área de tecnología de los museos coruñeses; además de escribir en un blog llamado Microsiervos. No, que ambos tengan más páginas vistas que copias venden algunos diarios regionales o que su contenido se incluya en la edición de algún medio no cambia la cosa: hablamos de personas que se dedican a varias cosas, y que por el hecho de tener una página en la red, se encuentran con que los incluís en un conjunto al que no pertenecen. Una empresa con decenas de trabajadores dedicada a la comunicación no tiene nada que ver con un blogger, aunque la base de datos que utilizáis os digan que son lo mismo. Es mentira.
Además, puede haber cien mil blogs más adecuados para recibir vuestra comunicación, aunque no estén en ningún “Top 100″, porque la red permite subdividir los intereses hasta el límite. Todos somos frikis de algo, solo tienes que encontrar a los que lo son de las cosas que tú cuentas, e intentar hablar con ellos. Educadamente, no asaltando su buzón. Cualquiera de ellos, si les interesase lo que les enviáis, podría sencillamente contactar con vosotros y solicitar el envío de noticias relacionadas con vuestra actividad, y si lo ha hecho, genial. Si no lo ha hecho, por favor… dejad de enviárselas. Aunque, en realidad, es más que posible que no las estén viendo y que se vayan directamente a su carpeta de spam, a donde se irá también por extensión cualquier otra posible comunicación desde vuestra empresa o agencia que potencialmente sí podría llegar a tener interés. Es así de sencillo, no es nada personal: si una empresa me dice cosas que no me interesan cada vez que se comunica conmigo, procuraré no comunicarme con ella. No, no somos “especialitos”. No somos raros. No somos frikis (o sí, pero a mucha honra :-) Simplemente nos gusta que se nos trate como lo que somos, no como otra cosa. Si no soy un medio, por favor, no me trates como a uno, trátame como lo que soy.
Con total sinceridad y sin ningún ánimo de molestar: que un directivo haya sido promocionado o que os hayan dado el premio del certamen de nosequé, aunque en vuestra empresa os parezca la novena maravilla del mundo, no suele interesarnos. Que Gartner os haya puesto en su cuadrante mágico no nos dice nada. Y si nos lo dice, ya nos habremos encontrado la manera de estar enterados de ello sin que nos lo enviéis. Si sois de las empresas que consideramos interesante seguir, ya os estaremos siguiendo. Y si no, que nos acoséis a envíos no va a conseguir que lo seáis.
En segundo lugar, la definición de “gabinete de prensa”. En el escenario actual, toda la empresa, desde el primer trabajador hasta el último, forma parte de un gabinete de comunicación cada vez que dice “trabajo aquí”. Lo diga en Facebook, en Twitter o en un bar. Si tu empresa tiene un “gabinete de prensa”, ya solo eso quiere decir que su concepto de la comunicación está anticuado. Enviar notas de prensa de manera masiva a muchos destinatarios está anticuado. En la mayor parte de las ocasiones, esas notas de prensa van a la papelera, si no resulta que coinciden con la necesidad de un periodista con pocas ganas de trabajar que tiene que llenar un hueco. Porque si de verdad le interesase, tomaría vuestra nota, intentaría descifrar el idioma “compañés”, se documentarían, harían eso que se llama “cut out the corporate bullshit”, y escribirían sobre lo que realmente decís y por qué lo decís. Cuando se publica vuestra nota sin cambiar una coma no es porque les haya parecido interesante, es en realidad porque les trae sin cuidado, porque son profesionales malos o desmotivados, o porque no os discuten nada a cambio de que les pongáis mucha publicidad. En cualquiera de los casos, malo.
Si te quieres comunicar conmigo, lo siento, pero me vas a tener que tratar como a una persona. Vas a tener que preocuparte por saber lo que me interesa y lo que no, por leer lo que escribo y deducir si lo que tú haces se parece. Y escribirme a mí, no a cincuenta más en copia oculta (o peor aún, sin ella). Si quieres que me interese, interésate tú por mí y por lo que hago. Si quieres publicidad, paga publicidad. Si ves en mi página jamás publico “notas de prensa”, ¿qué te hace pensar que con la tuya voy a hacer una excepción? Y ya puestos, no me digas “estimado periodista”, porque no lo soy. No me digas “estimado/a amigo/a”, porque si no sabes ni de qué género soy, no me interesa lo que tengas que contarme. Y menos aún me llames por teléfono para preguntarme si voy a publicar sobre lo que me enviaste, porque eso me resulta, si cabe, mil veces más molesto. Y de nuevo: no es nada personal, de verdad. Es puro sentido común. Es que, en realidad, las relaciones a través de la red no son distintas a las de fuera de la red. Trata de imaginarte llamando a mi puerta para contarme cosas, siguiéndome cuando camino por la calle, o inundando mi buzón de casa con papeles que no me interesan… piénsalo, ¿no te parece demencial?
¿Soluciones? Tan sencillas como crear un sitio en abierto donde cuentes al mundo lo que crees que le puede interesar. Llámalo blog corporativo, página web, página de Facebook o de Google+, Twitter, o como quieras. Si tienes un poco de visión estratégica, lo pondrás en un sitio que puedas manejar fácilmente y en el que tengas control sobre todos los factores comunicativos (un recurso tuyo, como un blog o una página fácilmente editable), y usarás las redes sociales para difundirlo o para generar interacción. Si consigues hacerlo bien y contar cosas mínimamente interesantes, aquellos a los que les interese te seguirán ahí, se suscribirán. Si cuentas cosas completamente irrelevantes, claro, no te seguirá nadie, pero al menos no te considerarán un pesado ni estropearás tu imagen personal o la de tu empresa.
Por último, fíjate en el nombre, “nota de prensa”. En inglés se dice “press release”, ¿verdad? Pues eso: if you have anything to say, release it. Si tienes algo que decir, libéralo. Y liberarlo quiere decir ponerlo en un sitio donde cualquier lo pueda leer libremente, no intentar forzar a otros a que lo lean. Pon la comida y deja que vaya yo a alimentarme si quiero, no intentes hacérmela tragar como a los pavos. En el escenario actual, un “gabinete de prensa” o una agencia que empleen tácticas anticuadas o que sean demasiado persistente son algo que puede estropear la imagen de una compañía, o incluso la tuya personal si firmas con tu nombre (y si no lo haces es porque ya te has dado cuenta de ello). Puedes ser una persona encantadora, pero hay nombres que a fuerza de verlos en mi carpeta de spam, si un día los conozco, les diré cuatro cosas por haber estado molestándome tanto tiempo, aunque estuviesen “haciendo su trabajo”. Lo siento, es así: hoy, la “nota de prensa” estropea tu imagen. La comunicación indiscriminada también. No llamar a la gente por su nombre es inaceptable. No comunicarse como lo hacen las personas es una mala cosa. Y si quieres ver todo esto mucho mejor expresado y escrito nada menos que en 1999, simplemente haz clic aquí.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.